El litigio legal contra los actuales directivos de la Comunidad Indígena de Jinotega, quienes hace unos cuatro meses fueron expulsados de sus oficinas por otras personas que se mostraban inconformes por su administración, regresaron nuevamente a sus instalaciones, luego que agentes de la Policía les hicieran la formal entrega.
El conflicto data desde el mes de abril de este año, cuando las personas inconformes tomaron las oficinas de la Comunidad Indígena, por lo que la Policía tuvo que intervenir.
Miguel Ángel Gómez, Presidente de la Comunidad Indígena, relató que para lograr la entrega de las oficinas, las autoridades tuvieron que realizar un proceso de legitimidad y certificación indígena, lo que ayudó a que las cosas volvieran a la normalidad, resultado de las decisiones legales constitucionales que rigen a los pueblos indígenas.
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El presidente de la Comunidad Indígena de Jinotega denunció que pese a estar contento por la entrega de las oficinas, es lamentable que el inmueble fuera entregada en pésimo estado, pues según Miguel Ángel, se robaron equipos de oficina, revisaron documentación, dañaron escritorios y puertas, abrieron baldes de pintura que serían ocupados en la remodelación del local, además hubo un saqueo de materiales.
El dirigente indígena enfatizó que por su parte se encuentra anuente ante cualquier investigación, puesto que según su persona no tiene nada que esconder, además agradeció a las instituciones estatales por el respaldo para la resolución del conflicto.
"Se tenía que llevar un proceso, sobre todo para ver la legitimidad a través de la certificación para hacer entrega de las oficinas", expresó Gómez, quien lamentó las condiciones en que se encuentra el local. "A través de estos esfuerzos ahora se lleva un proceso por la vía penal, en el que las personas que estuvieron aquí tienen que comparecer y dar cuenta de todo el equipo que hace falta", agregó el directivo.
