El fuerte viento y un calor característico es parte de lo que se puede percibir al entrar a La Trinidad, municipio perteneciente al departamento de Estelí. Esta ciudad recoge un sinnúmero de leyendas y tradiciones, pero la más representativa es la de La Mocuana.
A través de los años, hablar de esta peculiar leyenda trae consigo los recuerdos de cientos de personas, que por años han escuchado de sus bisabuelos, abuelos y padres contar sobre las apariciones de La Mocuana.
En Nicaragua se habla de varias versiones sobre la historia de esta mujer, que con su cabellera negra tapando su rostro y un vestido blanco como la nieve salía de la cueva ubicada en el cerro para atormentar a hombres y mujeres.
Juan Carlos Cuevas refiere que se necesita mucha voluntad y esfuerzo para subir al cerro. Foto: José Enrique Ortega/Radio ABC StereoSegún Juan Carlos Cuevas, quien ha vivido sus 36 años de edad en La Trinidad, la historia retrata la época de la colonia española, cuando una princesa indígena se enamoró de un español.
Según la leyenda, tras consumar su amor, el español despojó del oro y riquezas a la familia de la joven indígena y posteriormente la encerró en la famosa Cueva de La Mocuana, donde aparentemente luego de mucho tiempo con sus uñas rasgó paredes y logró salir por la desembocadura de la cueva en el municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa
Juan Carlos aseguró que para llegar hasta la cueva de La Mocuana es necesario tener la convicción y muchas ganas, pues son varias horas de camino. "Yo he subido hasta la cueva con el grupo Scout de La Trinidad, la entrada es bastante difícil, es un pared que tiene un hueco a la cueva, hemos llegado hasta cierto punto pero la verdad ahí se siente que falta el oxígeno, es difícil el acceso", cuenta el triniteño.
Don Leoncio Rodríguez asegura haber visto a La Mocuana. Foto: José Enrique Ortega/Radio ABC StereoLeoncio Rodríguez Albuquerque es un señor de 73 años y pese a su edad todavía se encuentra vigoroso, aunque un problema en la vista le impide realizar sus actividades cotidianas, como lo hacía hace tiempo atrás.
Don Leoncio recuerda que hace unos cuarenta años recién llegado a La Trinidad, La Mocuana supuestamente visitaba casi todas las noches la casa donde él habitaba con su anterior esposa. "Todas las noches venía a molestar, comenzaba a palmear, cantar y chillar, yo le decía a mi esposa que no me dejaba dormir y yo le decía que la iba a agarrar", relata.
Según don Leoncio, la receta para lograr correr a La Mocuana de las largas visitas que le hacía fue la mostaza, misma que recibió la bendición del cura párroco de la localidad, un producto que según algunos ancianos sirve también para ahuyentar a otros espantos. Pese a que la leyenda cita que la mujer vestida de blanco jamás enseña su rostro, don Leoncio asegura haberla visto.
La Mocuana hacía sus apariciones generalmente en la época de la Cuaresma, sin embargo, algunas personas aseguran que andar en caminos solitarios a altas horas de la noche también es lugar indicado para una aparición de La Mocuana. Aunque don Leoncio reconoce que desde hace mucho tiempo, este espanto, como le llama, no sale, pues lo atribuye a que la gente es más religiosa y cree más en Dios.
La interrogante en que si La Mocuana existe o no es una cuestión personal, lo que no se puede negar es que esta Leyenda constituye parte de los patrimonios culturales y tradicionales de Nicaragua, que por mucho tiempo formaron parte de las pláticas hogareñas de muchas familias.
