Para el martes 18 de agosto está previsto que salgan hacia su país natal los restos del jinotegano Eleazar Blandón, de 42 años, quien producto de un golpe de calor donde laboraba falleció el pasado primero de agosto, tras ser abandonado en un hospital de Murcia, España.
Blandón laboraba en una plantación de sandías bajo el sol intenso, el día de su deceso la temperatura superó los 44 grados, según informaron medios españoles.
Ana Blandón, hermana de la víctima, expresó a Noticias ABC que se siente feliz al ver la respuesta de los nicaragüenses y agradece por todas las muestras de solidaridad recibidas.
Los hermanos Ana y Eleazar Blandón en España. Foto: Cortesía "Estamos sirviendo de ejemplo y demostrando que nosotros los nicaragüenses en tiempo difíciles somos unidos. El proceso de repatriación va a pasos rápidos, gracias a Dios y a la colaboración de todos", manifestó Ana Blandón.
El día de ayer la familia de Eleazar, radicada en el país europeo, se reunió con el embajador de Nicaragua en España, donde se dieron a la tarea de agilizar los trámites de repatriación.
En las horas de la mañana de ayer el alcalde de Jinotega, Leónidas Centeno, entregó una ayuda económica que servirá para la repatriación del cuerpo. Además se contó con lo recaudado el pasado 7 de agosto cuando se realizó un hablatón donde participaron trabajadores, empresarios, instituciones del Estado, comerciantes, autoridades municipales y población en general.
Una trágica muerte
Según información del medio France 24, Eleazar Blandón se marchó de Nicaragua en octubre pasado buscando un futuro mejor para su pareja y sus cinco hijos, sin imaginar que en España encontraría su muerte, la cual destapa las vergüenzas a las que habitualmente se ven sometidos los jornaleros que trabajan recolectando frutas y verduras en la huerta española, donde las temperaturas superan los 40 grados en esta época del año.
Eleazar falleció el pasado primero de agosto. Foto: CortesíaEleazar se desplomó en plena faena de recolección, pero su patrón no llamó al servicio de ambulancias, que es gratuito, y esperó a que sus compañeros concluyesen la jornada laboral para ser trasladado en la furgoneta que habitualmente utilizan los trabajadores de regreso a casa.
Blandón llegó a Bilbao en octubre del año pasado dejando en Nicaragua a su esposa embarazada de cinco meses y a sus cuatro hijos. La familia está espantada ante la versión de los hechos que han ido recopilando gracias a los testimonios de personas cercanas a Blandón, quien no tenía papeles y buscaba en España una vida mejor para su familia.
