Convertirse en mamá representa importantes cambios en la vida de una mujer, tanto físicos, como sociales y emocionales, lo que puede llevar a madres de cualquier edad a presentar problemas como ansiedad, depresión, estrés, psicosis pos parto y estrés postraumático.
Hoy lunes 30 de mayo se celebra el Día de la Madre, mientras que cada primer miércoles de mayo desde el año 2016 se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental Materna, éste último fue impulsado por organizaciones de varios países. Por lo tanto, estas fechas representan una oportunidad para crear conciencia sobre los problemas psicológicos que pueden presentar las mamás y la importancia de atenderlos a tiempo.
La psicóloga esteliana Xiomara Rugama Urrutia manifestó que estos problemas no son algo que deba ser juzgado y estigmatizado, sino más bien comprendido, pero al no atenderse a tiempo pueden afectar la relación entre madre e hijo, el desarrollo social y emocional del bebé, llegan a dañar el autoestima de las madres, generar conflictos de pareja o familiares, y en situaciones extremas pueden causar suicidio o infanticidio.
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No todas las mamás experimentan problemas psicológicos, pero es importante estar atentas a las emociones, identificar los pensamientos nocivos, comprender cuando no se puede lidiar sola con las situaciones, y buscar ayuda especializada cuando sea necesario.
"Pueden llegar a ser perjudiciales para la madre, para el hijo y para la familia, y, por ende, para la sociedad. Las mujeres con trastornos mentales no tratados, no resueltos, muchas veces presentan mayor tasa de embarazos no deseados, mal nutrición, dificultad para el vínculo o interacción con el bebé, autolastimarse, problemas de suicidio, y el malestar emocional en la etapa perinatal puede tener un impacto directo en el desarrollo del bebé; tanto a nivel físico en el cuido y la protección, como a nivel emocional", argumenta Rugama.
Hay muchos factores que pueden afectar la salud mental de mamá, tales como el cansancio, la fatiga, dormir poco, idealizar la maternidad, los cambios hormonales, problemas sociales y económicos, conflictos, antecedentes familiares, la soledad, la pérdida de un bebé, los cambios en el cuerpo, la experiencia del parto, violencia, entre otros.
La salud mental de mamá no es responsabilidad sólo de ella, sino que se requiere un clima afectivo y armonioso en los hogares, en donde deben colaborar los hijos, esposo y demás miembros de la familia, así también, se necesita sensibilización de la sociedad.
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"Recordemos que cualquier mujer es susceptible de tener un problema de salud mental en esta etapa, independientemente de su condición socioeconómica o cultural. La salud perinatal es un elemento clave para el desarrollo y la salud del bebé, y es importante que dispongamos de recursos especializados para la salud mental perinatal, pero también que propiciemos en los hogares un clima afectivo y armonioso para la salud mental también de la madre", explica Rugama.
De igual manera, Rugama señala que, "la mamá no lo puede todo, tenemos que ayudarle en casa, compartir responsabilidades, brindarle apoyo emocional, escucharla activamente, compartir el cuido de los hijos, promover los tiempos de relajación, visitar al profesional de la salud mental, mantenerse activo, comer saludable".
"Hay madres que necesitan ser escuchadas y no quieren ser juzgadas por la familia, y sí acuden al consultorio psicológico a ser atendidas, entonces sí hay un promedio no tan alto, pero ya al menos hay sensibilización de las mamás que ya están pidiendo ayuda. Recordemos que en la vida todos necesitamos ayuda porque hay muchos estresores ambientales y emocionales que muchas veces nos paralizan y nos afectan".
