NOTICIA

Local

Comerciantes de perecederos temen hundirse económicamente

A pesar de que en Nicaragua las autoridades aseguran de que no hay transmisión local comunitaria por coronavirus, los efectos económicos son evidentes. Comerciantes de perecederos como tomate, cebolla y papas, están quedándose sin capital ante la poca afluencia de clientes.

Pocos clientes afectan a comerciantes de perecederos. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Pocos clientes afectan a comerciantes de perecederos. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
4-Mayo-2020
Estelí-Nicaragua

Ante la crisis sanitaria y ola de desempleos provocados por la pandemia del coronavirus, el comercio local en la ciudad de Estelí ha comenzado a sentirse asfixiado económicamente.

Cada vez son menos los ciudadanos que llegan al mercado a realizar sus compras y eso ha traído consigo pérdidas económicas entre los comerciantes mayoristas de cebolla, papa y tomates, como don Raúl Ruíz Lanuza.  

Don Raúl lleva más de 10 años en el mercado y según él ésta es una de las peores crisis que le ha tocado vivir, pues ha comprado caro y la ha tocado bajar los precios para mover sus ventas, además ha tenido pérdidas económicas.

Él asegura que son productos que no se pueden mantener almacenados por mucho tiempo, por ello tienen que estar saneando para recuperar por lo menos parte del capital invertido, ya que las ventas se han caído hasta en un 80 por ciento, según aseguró. 

"La papa ha bajado 100 pesos, estamos comprándola a 900, la damos a mil, las ventas están bajas, no hay ventas, no viene la gente al mercado, por allá viene uno o dos a comprar su quintalito de papa, no quieren salir, será por miedo de la enfermedad, no hay plata también, no hay fuentes de trabajo, entonces la gente no viene a comprar, hay pérdidas porque nosotros almacenamos y tenemos que estar perdiendo la papa", relató don Raúl.

En tanto, otro comerciante manifestó a Noticias ABC que ante la situación económica y la falta de dinero y clientes, no ha tenido más opciones que irse comiendo poco a poco el capital. Otra persona que ha tenido que enfrentarse a esta misma crisis es Ronald, un pequeño vendedor de tomates del mercado Alfredo Lazo, quien asegura que cada día son menos los clientes que llegan.

"Aquí no vendemos pero ni un quintal al día, no tenemos con qué comprar porque todos los centavitos los hemos tenido que comer con esta palmazón, con este tiempo que tenemos definitivamente todo mundo se va a ir de los mercados porque los negocios están malos, los precios están variados", manifestó con preocupación don Ronald.



Comparte esta noticia