Las personas con discapacidad físico motora y visual que viven o transitan por la ciudad de Estelí, se enfrentan a diario a una serie de obstáculos que dificultan su movilidad y ponen en riesgo su seguridad. Una problemática que han denunciado desde hace varios años.
Maniquís, vitrinas, carretones, mesas y hasta motocicletas ocupan las aceras, obligando a los peatones a bajar a la calle o a sortear los objetos.
Lenin Antonio Pérez Arroliga y Julio Toledo son dos personas ciegas que a diario se movilizan usando bastones. Ellos denuncian que el comercio formal e informal no respeta el espacio público y que esperan que la municipalidad haga cumplir las normas de ordenamiento urbano.
“Mantienen un montón de cajas con basura en la acera que no se puede pasar. El otro dia un brother tenía el camión sobre la acera y la gente no hace caso. Un día me encontré 10 motos en la acera de una casa comercial”, cuestionó Pérez Arróliga.
Mientras Julio Toledo, destaca el riesgo que corren todas las personas con las aceras ocupadas.
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“Los obstáculos nos afectan porque tenemos que ir manejando el bastón. No solo los vendedores, también vehículos y motos que se estacionan sobre las cunetas y nos tenemos que bajar a la calle y corremos riesgo que nos pasen llevando”, teme Toledo.
Agregó que en el camino chocan con maniquís y rótulos, por lo que se exponen a caer y fracturarse.
“Mi llamado es que nos pongamos una mano en la conciencia y que dejemos libre el acceso peatonal, porque no solo las personas discapacitadas lo usamos, sino también ancianos y niños”, destacó el ciudadano.
Según el último censo nacional, en Estelí hay más de 15 mil personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 8.5% de la población total.
De ellas, el 23% tiene discapacidad visual y el 22% tiene discapacidad motora. Estos grupos demandan mayor atención e inclusión por parte de las autoridades y la sociedad en general.
