En enero, los gimnasios se llenan de personas motivadas por el entusiasmo del Año Nuevo y el propósito de incorporar el ejercicio a sus vidas. Sin embargo, para muchos, esa motivación inicial se desvanece rápidamente, y en febrero los entrenamientos se quedan en el olvido.
¿Por qué sucede esto y cómo podemos evitarlo? Noticias ABC consultó a expertos en el tema para obtener respuestas y consejos prácticos.
Para Adonis Moreno, quien tiene 10 años de experiencia en el gimnasio y es entrenador personal, uno de los mayores motivos por los cuales los principiantes abandonan el entrenamiento de fuerza es la desesperación: “La gente que empieza en esto se desespera y le mete demasiada dificultad desde el principio, de allí vienen muchas lesiones”, declaró.
Brandon Peralta, otro entrenador consultado, confirmó este patrón. Declaró que él suele observar a personas que desean ver cambios físicos rápidos y al no tenerlos dejan de ser constantes, saliéndose al mes o los dos meses de haber iniciado.
Ambos coinciden en que la constancia no se basa en la motivación, sino en la disciplina. Tanto Adonis como Brandon compartieron que tuvieron momentos en los que quisieron abandonarlo, pero resaltaron la importancia de recordar por qué iniciaron, consiguiendo seguir enfocados en sus objetivos.
Brandon Peralta sugiere que la clave para convertir el ejercicio en un hábito duradero es comenzar con metas realistas y mantenerse informado. También resalta que el éxito no solo depende del entrenamiento, sino de acompañarlo con una alimentación balanceada, un buen descanso y ajustes graduales que promuevan la disciplina.
Indira Izaguirre, socia del gimnasio One Fitness de Ocotal y apasionada por el ejercicio, enfatiza la importancia de este hábito en la calidad de vida: “Muchos creen que es un sacrificio, pero gastar dinero en una rutina es una inversión, está comprobado que dejar los excesos de alcohol e invertir en ejercicio de fuerza está haciendo que logremos controlar o revertir enfermedades”, declaró.
Indira también destaca el valor del ejercicio como un “seguro de vida”, que eventualmente pasa una factura positiva: “Gente ha venido enferma y me dicen que le quitaron el medicamento para la presión, o gente que antes ni podía agacharse luego me enseñan cómo hacen las sentadillas. Muchos pueden minimizar el gimnasio, pero cuando estés viejito los músculos te ayudarán incluso a sentarte en el inodoro”.
Adonis Moreno y Brandon Peralta hicieron un llamado a la acción, instando a la población a animarse a empezar en un estilo de vida más saludable. Y, como señala Indira Izaguirre, “el peor ejercicio es el que no se hace”.