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Los chileros y encurtidos de doña Rita

Doña Rita Centeno padece de un trastorno hereditario que le provoca reflejos exagerados, calambres, contracturas y espasmos, sin embargo, su enfermedad no le quita las ganas de vivir y trabajar.

Doña Rita vende sus productos en el Mercado Campesino. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Doña Rita vende sus productos en el Mercado Campesino. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
15-Octubre-2020
Estelí-Nicaragua

Hace cinco años, doña Rita Nohemí Centeno Talavera, de 63 años de edad, fue diagnosticada con paraparesia, un trastorno hereditario poco habitual que causa debilidad progresiva con espasmos musculares o debilidad en las piernas.

Este padecimiento puede afectar aproximadamente entre 1 y 10 personas de cada 100 mil, sin embargo, eso no ha sido impedimento para que doña Rita haya decidido emprender y lo hace a través de la elaboración y comercialización encurtidos.

Un pequeño espacio y bajo un toldo que le presta una amiga en la esquina noreste del Parque Central 16 de Julio de la ciudad de Estelí se convierten cada viernes en su punto de negocios y su misión es poder vender por lo menos tres encurtidos al día, ya que con los ingresos que percibe tendrá la oportunidad de comprar su alimentación y medicamentos que ayuden a calmar su dolor.  

Doña Rita Nohemí Centeno asegura que sus amigas del Mercadito Campesino se han convertido en sus ángeles de misericordia. La sensibilidad la ha perdido en sus pies y corre el riesgo de una trombosis, pero su fe y ganas de seguir viviendo las sostienen, por ello no se da por vencida.  

Chileros y encurtidos de doña Rita. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo


"Lo hice por la necesidad porque a mi edad ya nadie me da trabajo, al no darme trabajo empecé con los chiles, de pronto me gravé por dos años, estuve 18 días en cuidados intensivos intubada por un problema serio de salud, estuve caminando con dos bastones y pelona", recuerda doña Rita. 

"Cuando ya me recuperé un poco, empecé a hacer tres a cuatro chileros y los venía a vender porque cada día tomo 120 córdobas en medicamentos y no soy pensionada, tampoco tengo esposo, entonces vengo a vender y con eso sobrevivo, pago agua, luz, compro medicamento y como", cuenta esta emprendedora. 

Según relata doña Rita, su padecimiento le provoca inestabilidad en los pies, por lo que se cae con frecuencia "el impulso de los nervios no llegan a los pies, los discos de mi columna están malos". 


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