El compositor nicaragüense Adán Hernández Rocha, reconocido por sus aportes a la música nacional, murió la madrugada del 7 de enero a sus 106 años de edad, en su hogar en San Juan, Achuapa, León.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, expresó sus condolencias en su alocución en medios oficiales al mediodía del pasado martes, donde brindó detalles sobre las honras fúnebres del artista. La vela fue en la Finca La Ceibita, en Achuapa, y hoy miércoles, a partir de las 2:00 de la tarde se realizará una guardia de honor y un acto de reconocimiento por su trabajo.
El compositor sufrió un derrame cerebral en su vivienda en León y fue ingresado en una clínica en Estelí antes de regresar a su hogar, donde falleció rodeado de su familia. Su obra más conocida, la polka “El Grito del Bolo”, fue popularizada por Felipe Urrutia en la década de los setenta y es parte del vasto legado que dejó con más de 60 composiciones, entre valses, mazurcas, corridos y zapateados norteños.
El Instituto de las Culturas de Pueblos y Juventudes emitió un comunicado lamentando la pérdida de Hernández, destacando sus 92 años de trayectoria artística, que lo convierten en una figura fundamental de la música tradicional nicaragüense.