La jueza Vida Icaza, titilar de distrito penal de adolescente, declaró inocente a un menor de edad acusado de parricidio. La judicial dijo que el acusado no quiso matar a su hermano de iniciales E.F.G, y actuó en defensa propia al estar en peligro su vida y la de su familia.
Según la sentencia, el adolescente evitó que su hermano acabara con la vida de su madre y de su hermana.
Los hechos ocurrieron el pasado 24 de febrero en el reparto Modesto Ramón Palma. El hermano del acusado llegó ebrio, agresivo y destruyendo pertenecías de su madre, luego se armó con un machete y se disponía a lastimar a su familia.
El código penal de Nicaragua establece en su artículo 34 inciso 4 que hay legítima defensa de la persona, de sus derechos propios o de terceros, siempre que compruebe se encuentra en riesgo.