El perro ha sido el fiel acompañante del ser humano a lo largo de la historia y no sólo como mascota, sino que ha desarrollado muchas actividades de apoyo: han sido rescatistas en siniestros, en la detección de drogas o explosivos, así como guías para no videntes.
Por todo ello y en reconocimiento a este incondicional amigo de cuatro patas se declaró en el año 2004 celebrar el 21 de julio el Día Mundial del Perro, aunque en Nicaragua es una fecha que aún pasa desapercibida.
Lo cierto es que esta efeméride no solo es para homenajear y mostrar nuestro agradecimiento al perro, sino que también se creó para concienciar sobre el abandono y adopción de esta especie, ya que, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 300 millones de perros en el mundo y el 70% no tiene hogar.
Marling Herrera es una esteliana que sin conocer de estas cifras y campañas, ni ser activista de protectores de animales, decidió en 2020 adoptar a Bonny, una perrita que estaba preñada y había sido abandonada por su dueño. Hoy la mascota goza de atención, familia y un hogar donde se le protege y brinda la atención médica veterinaria necesaria, según explica Marling.
A nivel local existen esfuerzos de personas particulares que luchan por la protección de los perros en abandono y entre las acciones que desarrollan se encuentra la colocación de agua, alimentos y desparasitación en algunos casos, sin embargo, es insostenible e insuficiente, reconoce el médico veterinario e impulsor de la Ley de Protección Animal en Nicaragua, doctor Enrique Rimbaud.
El médico veterinario reconoce que una de las mejores formas de ayudar a la disminución del maltrato y sobrepoblación del animal, especialmente de perros, es la adopción y esterilización.
"Un perro callejero es uno que tuvo hogar, pero la gente dejó la puerta abierta y sale a deambular, es una irresponsabilidad de los dueños, hay otros callejeritos que realmente han sido abandonados y botados por sus dueños", explicó Rimbaud.
"La Ley 747 (de protección animal) no puede funcionar por la falta de reglamentación pero da como pena máxima el abandono del animal, que es una práctica muy común en Nicaragua", destacó el médico veterinario, quien advirtió que sólo una pareja de perros puede llegar a reproducir a 600 perros en 4 años.
