A diferencia de otros años, los cementerios de la ciudad de Estelí y de otras partes del país lucieron casi vacíos en el Día de los Fieles Difuntos. Las personas que asistieron tomaron en cuenta algunas medidas de prevención de contagio del Covid-19 y se les observó con cierto distanciamiento físico, usando mascarillas y caretas, además de permanecer por un corto tiempo en el campo santo.
Las flores no faltaron, aunque la compra fue poca, según expresaron comerciantes que anualmente se ubican a la entrada del cementerio municipal San Francisco de Asís.
Mientras que en el nuevo cementerio Nuestro Señor de Esquipulas, ubicado sobre la carretera a San Roque, la afluencia de visitantes a las tumbas fue bastante escasa. Lo que sí se mantuvo normal fue la celebración de la santa misa por la rogación de las almas que han partido de esta tierra.
La rogativa se hizo en especial por los que aún estamos vivos y nos enfrentamos a una pandemia como la del Covid-19, dijo Fray Ricardo Ramírez, párroco de la iglesia San Juan Bosco, quien estuvo a cargo de la celebración eucarística y bendición del nuevo campo santo de la ciudad de Estelí a un año de su fundación.
"Este año 2020 ha sido sumamente terrible para muchas familias que han visto perder a sus seres queridos cuando no se lo esperaban, a raíz de esta pandemia que tanto daño nos ha hecho pero el 02 de noviembre, no solamente estamos recordando a un ser querido que ha partido sino celebrando la esperanza en la Resurrección de Jesucristo", expresó el religioso.
"Nos hemos reunido para bendecir este hermoso cementerio que ya está prestando sus servicios a la comunidad, ya que cementerio anterior no daba abasto, ahora este espacio extenso servirá de mucho para toda la comunidad de Estelí, pedimos al Señor que le dé esperanzas a todos los que han perdido a sus seres queridos y nosotros a seguir dándole gracias a Dios por la vida que Él nos concede", agregó Fray Ricardo.
