Cada 22 de agosto es el Día Mundial del Folclore, una fecha que invita a conocer sobre la riqueza cultural de los pueblos. El folclore no solo se celebra, se vive. Jóvenes, docentes y agrupaciones artísticas trabajan cada día para mantener vivas las tradiciones nicaragüenses.
Uno de estos talentos es Arlys Karina Cruz, estudiante y bailarina de los grupos Jadelí y Sabor Latino, en Estelí, quien ve en el folclore una forma de vida. "Siento felicidad, orgullo y pasión por seguir cultivando el amor a la danza a los niños y jóvenes, que somos el futuro de la cultura de nuestro país", expresó Cruz, quien destacó que el amor a Nicaragua se puede expresar a través de la música, la danza y el arte.
Arlys combina su vida académica con la artística, y asegura que con organización y pasión se puede lograr un equilibrio. Considera que el arte y la educación deben ir de la mano y es importante que desde las escuelas se fomente el amor por las tradiciones.
La maestra y promotora cultural Martha González también compartió su visión sobre la importancia del folclore en la identidad nacional. "Cuando reconocemos nuestras raíces, somos capaces de transmitir nuestra cultura con orgullo y amor. Eso nos da identidad, nos conecta con nuestros antepasados y fortalece nuestro sentido de pertenencia", aseguró González.
La promo cultural destaca que fechas como el Día Mundial del Folclore permiten visibilizar la riqueza cultural de cada país y fomentan el respeto por la diversidad. Además, subraya que el trabajo con jóvenes en agrupaciones artísticas es clave para mantener viva la tradición y la cultura en el país.
"Como nicaragüenses debemos demostrar interés por conocer el folclore porque nos da id entidad, sabemos de donde venimos, sabemos y reconocemos quiénes son y fueron nuestros antepasados, nos da identidad y nos hace sentir importantes", manifestó González.