La época navideña suele ser especialmente difícil para los niños que han perdido a su padre o madre, ya que las reuniones familiares, las tradiciones y la presión social por “estar felices” resaltan con más fuerza la ausencia.
La Navidad, vista como un tiempo de máxima alegría familiar, choca con la realidad de la pérdida y puede reabrir heridas, generando tristeza, soledad y una profunda desilusión en los más pequeños.
La psicóloga segoviana Dilcia Yeraldina Lagos dijo a Noticias ABC que, aunque explicar la ausencia definitiva de un padre o madre es doloroso, es necesario hacerlo con serenidad y honestidad, adaptando el mensaje a la edad del niño.
Según explicó, como profesionales se recomienda hablar con naturalidad sobre la muerte, sin silenciarla, ya que evitar el tema puede confundir al menor. Expresar el dolor, llorar y recordar al ser querido ayuda a validar las emociones y a que el duelo se procese en familia.
“Explicar la ausencia definitiva de un padre o una madre a un niño es difícil. Pero es necesario que quien deba hablar de eso con el menor esté extremadamente calmo, porque los niños responden a nuestros estados de ánimo”, recomendó la psicóloga.
La especialista señaló que durante estas fechas los adultos deben estar atentos a señales como tristeza profunda, ira persistente, aislamiento, cambios en el sueño o el apetito, regresiones y molestias físicas.
El acompañamiento de los familiares cercanos es clave, especialmente en la primera Navidad sin uno de los padres.
“Es recomendable hablar de la persona fallecida en Navidad, no hay que evitarlo. Silenciar la pérdida puede confundir al niño y hacerle creer que la persona no era importante”, añadió.
Además, el validar lo que el niño siente, decirle que está bien no estar bien y recordarle que no está solo puede marcar una diferencia importante en su proceso de duelo.
Finalmente, Dilcia Yeraldina Lagos insistió en buscar acompañamiento profesional si se llega a sentir que la situación sobrepasa a los cuidadores del niño en duelo.
“No duden en buscar ayuda profesional, tanto para el niño como para los cuidadores”, finalizó.