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Café, pan y trabajo digno: las historias de vendedores ambulantes en Estelí

Desde temprano, hombres y mujeres recorren Estelí vendiendo café y pan, llevando no solo desayuno a quienes inician su jornada, sino también sustento a sus hogares.

La mayoría de clientes son trabajadores del tabaco. Foto: Byron Altamirano/Radio ABC Stereo
La mayoría de clientes son trabajadores del tabaco. Foto: Byron Altamirano/Radio ABC Stereo

Periodista Redacción Central
12-Junio-2025
Estelí-Nicaragua

Muchos nicaragüenses gozan de tomar una taza de café por las mañanas, iniciando el día con energía y el pie derecho. Pero en ciertas ocasiones donde no se cuenta con el tiempo necesario para preparar esta bebida en casa, y sobre todo en esas tardes cuando ataca el sueño, ahí están los vendedores ambulantes de café y pan de la ciudad de Estelí; hombres y mujeres que diariamente salen desde temprano a recorrer las calles, para ofrecer sus productos y de esta manera llevar el sustento a sus familias.

Wilber Misael Figueroa, de 26 años de edad, originario de Ocotal, Nueva Segovia, tiene dos años ejerciendo esta labor y relata que cada día logra vender unas 120 piezas de pan con café. 

“Se sabe que es un trabajo digno, donde conocés a bastantes personas. De aquí alimentamos a nuestra familia. En días buenos, gracias a Dios, se vende todo, es raro que nos quede producto”, comentó. 

Muchos sobreviven gracias a la venta de pan y café. Foto: Byron Altamirano/Radio ABC Stereo

Encontrar un trabajo estable puede ser difícil para muchos, pero en la venta de café y pan, Juan Cardoza, originario de Matagalpa, también ha encontrado una forma de sobrevivir y satisfacer una necesidad de muchos estelianos.

La mayoría de sus clientes son trabajadores de fábricas de tabaco, así mismo, visitantes u otros pobladores en las calles de la ciudad.

“Llevamos el producto a la gente que quiere llegar desayunado a su trabajo. Ofrecemos café, café con leche, pan con mantequilla, es lo que más consume la gente”, informó Cardoza. 

Los vendedores están en constante movimiento. Foto: Byron Altamirano/Radio ABC Stereo

Mientras tanto, para Manuel Hernández, de 32 años de edad, este trabajo implica estar en constante movimiento, sobre todo los fines de semana.

“Si uno no se mueve no vende. De seis a diez de la mañana y de dos a siete de la noche trabajo”, comentó. 

Las mujeres también forman parte de estas iniciativas. Las vendedoras Brenda Hernández y Kimberli Montiel se encuentran satisfechas al generar de esta manera su propia fuente de trabajo y disponer de su tiempo.

“Trabajás para uno, sos más libre de realizar tus cosas y sobre todo si sos madre de familia”, declaró Hernández. 

Por su parte, Kimberli Montiel compartió que esta labor le permite ganar de mil a dos mil córdobas al día. 

Con cada taza que sirven y cada pieza de pan que entregan, no solo alimentan a quienes van de paso, sino también sus propias esperanzas y las de sus familias, recordando que en cada sorbo hay una historia de esfuerzo, dignidad y perseverancia.


Este reportaje fue elaborado por Byron Altamirano

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