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Una bacteria daña su piel pero no sus sueños

Desde los 15 años, Celso se enfrenta a una bacteria que poco a poco afecta su piel, adaptarse no ha sido fácil. El tratamiento es costoso, pero las ganas de salir adelante y tener una carrera profesional lo impulsan a trabajar como publicista ambulante.

Celso Polanco es un joven optimista que busca sobreponerse a la adversidad. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Celso Polanco es un joven optimista que busca sobreponerse a la adversidad. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
17-Enero-2021
Estelí-Nicaragua

Celso Polanco tenía apenas 15 años de edad, estaba a punto de culminar su  tercer año de secundaria, cuando un día, como todos, tomó un suéter para bloquear el frío, pues estudiaba por la mañana, y de pronto comenzó a sentir comezón en uno de sus brazos, sin embargo, nunca imaginó que ese sería el inicio de un martirio de su vida, pues se había infectado de una bacteria llamada Staphylococcus Aureus.

La doctora Gladdys Rosales, especialista en dermatología, explica que esta bacteria consigue transmitir enfermedades a través de la sangre y había entrado en el organismo de Celso por una infección.

Los días pasaron y lo que para él era una leve alergia, rápidamente invadía su cuerpo y su rostro, al punto que en su cara empezaron a aparecer infecciones cutáneas que muchas veces lo dejaban casi ciego, pues no podía ver por el tamaño de las protuberancias, además del dolor, pero es que es una infección bacteriana que se propaga a través del torrente sanguíneo, capaz de infectar órganos distantes.

Esa condición lo llevó a buscar ayuda médica hasta el punto de tener que recibir un injerto de piel en la pierna derecha, pues la bacteria también había comido los tejidos de la piel, además es progresiva si no tiene todos los cuidados necesarios y el medicamento.

Siempre salir adelante

El tratamiento es demasiado costoso, pero las ganas de seguir viviendo y tener una carrera profesional lo impulsan a trabajar como publicista ambulante, donde una moto, una planta eléctrica y un parlante se convierten en su empresa. 

La competencia es bastante dura, pues en la calle existen otros publicistas con autos modernos y buenos sonidos, mientras otros lo hacen a través de la televisión y las redes sociales, pero ganarse unos mil córdobas a la semana serán un aliciente para él, su salud y su familia.

Celso junto a sus herramientas de trabajo. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo


Él utiliza su voz para publicitar algunos negocios locales y con su medio de transporte recorre los barrios periféricos de la ciudad de Estelí, donde otros no llegan.

No tiene un estudio de grabación, solo su teléfono que utiliza como micrófono y una pequeña computadora para la edición, pero como dice "el diseño no es el edificio, ni los equipos, sino el que está detrás de allí que lo hace exitoso".

Fue su padre el que lo impulsó en esta carrera, desde pequeño, mientras tenían un discomóvil y un autoparlante del que con los años tuvieron que deshacerse para pagar las deudas que habían contraído con los medicamentos y cirugías.

La vida de la calle y su padecimiento no han sido fáciles, pero aun así se mantiene fuerte y con fe. Ahora Celso Polanco Junior estudia ciencias políticas, su deseo es tener un trabajo estable como disc jockey (DJ) y locutor en una estación de radio, además de estudiar la carrera de periodismo. 



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