Desde que empezó la pandemia del nuevo coronavirus en Nicaragua, Oscar Sequeira recorre todos los días en su motocicleta la ciudad de Estelí, no para hacer turismo, ni una práctica de moto velocidad para competir en una pista, sino para ofrecer sus servicios de barbero a domicilio.
"Estaba establecido en un punto pero tuve que cerrarlo por la pandemia del coronavirus, no habían ingresos, no había suficiente clientela por el miedo, tengo que mantener a mi familia, pagar renta, no me daba, tuve la opción de hacer el servicio a domicilio", confiesa Oscar.
Con su mochila cargada de sueños sale en busca del sustento diario. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoÉl descubrió en las redes sociales, no solo una forma de anunciar sus servicios, sino una forma de mantenerse al día con los estilos y cortes que exige la clientela. "Por medio de tener contacto en redes sociales, Facebook, WhatsApp, con mis clientes que siempre han permanecido fieles durante 7 años, los que creen en mí, ellos me contactan y me piden mi servicio, yo de esa manera voy a brindarle el servicio completo a sus casas", comenta este barbero, quien sostiene que la calidad es muy importante.
Ponerse "caché" o elegante es todo un combo, aunque es el cliente el que decide por su gusto, según Oscar, quien agrega que "el combo completo incluye el corte si se hace las cejas o mascarilla facial, por un costo de 120 córdobas, que no es el precio exacto".
No darse por vencido
El deseo de superarse y la necesidad de garantizar el sustento de su familia hacen que este humilde barbero inicie su día a las cinco de la mañana en un fogón y un perol lleno de aceite hirviendo, donde fríe tacos y enchiladas que comercializa en una fábrica de puros y que una vez terminada la venta está listo para irse a la calle con su barbería ambulante.
Si no es brindando su servicio de barbero, a Oscar se le encuentra friendo enchiladas y tacos para vender. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo"De otra manera que genero ingreso cuando no tengo clientes en el día, me levanto temprano a hacer enchiladas y tacos para ir a vender a una fábrica de tabaco", manifiesta este padre de familia, cuyos hijos son su mayor inspiración. Oscar es uno de los tantos nicaragüenses que debe ajustarse a su limitado presupuesto para distribuirlo en medicina, alimento y renta de casa.
Trabajo con dignidad
Los jardines, la sombra de un árbol y las salas de las viviendas son el escenario de su peluquería ambulante, donde no existen sillas giratorias especiales, ni un mega espejo, sino calidad y normativas de bioseguridad para prevenir el Covid-19. "Estoy usando la medidas pertinentes como guantes, mascarillas, abundante alcohol gel y la limpieza de mis instrumentos en cada corte", asegura Oscar.
"Yo trabajo de esa manera porque: número uno, me estoy ahorrando renta; número dos, le doy gusto a los clientes; y número tres, no ocupo un lugar específico, yo puedo cortar el pelo en la sala, en la cocina, debajo de un árbol, no me da vergüenza, es dinero que yo llevo a mi hogar", sostiene con certeza este joven esteliano.
La necesidad lo motivó a seguir adelante. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoQuizás no sea el único que ha emprendido como barbero y a domicilio en Nicaragua, pero algo que hace distinto a Oscar es que está convencido de que la juventud tiene capacidad y habilidad para crear e innovar con el fin de sobrevivir a los diferentes momentos que presenta la vida.
