El TEA o el Trastorno del Espectro Autista es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de deficiencias leves o graves en la comunicación y en la interacción social. Y es que a raíz de la actual pandemia que vive el mundo, los niños y personas que viven con esta condición se han visto afectados seriamente.
Tras casi cuatro meses desde el diagnóstico del primer caso confirmado de la nueva cepa del virus en Nicaragua, varios centros de estimulación temprana que atienden a personas con diferentes discapacidades han decido tomar alternativas para proteger la vida de sus colaboradores y sus pacientes, por lo que los encuentros presenciales han quedado suspendidos.
Alejandro Navarro Amador, psicólogo y especialista en neuropsicología, asegura que este no es solamente un virus que afecta la salud física sino también la emocional, puesto que se le ha otorgado a esta enfermedad una carga de emociones negativas que desencadenan en ansiedad y estrés por el ambiente donde nos desarrollamos, aún cuando las personas no se han contagiado.
"Los niños y adultos no hemos visto afectados por esto porque somos seres sensoriales, necesitamos de los estímulos para alimentar a nuestro cerebro y por consiguiente a nuestra psiquis", explicó Navarro, quien agregó que al "nosotros estar encerrados en confinamiento y no tener esta libertad de estímulos, tendemos a crear situaciones de ansiedad, depresión, etcétera, y de ahí vienen los problemas conductuales".
El especialista agregó que en el caso de niños con autismo no solamente es necesaria la estimulación en terapias, sino también la parte emocional que los padres dan a sus hijos luego de que llegan del trabajo.
"Hablando específicamente del autismo ha sido un problema bastante serio porque la terapia lo que hace es ayudar a que el niño adquiere habilidades y si la terapia se descontinúa cuando no se tiene que descontinuar, el niño recae, retrocede, si en casa no se lleva a cabo el plan terapéutico que nosotros damos", resaltó Navarro.
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Los niños con autismo pueden necesitar un apoyo adicional para entender qué está ocurriendo a su alrededor, y qué se espera de ellos en algunas situaciones. Use historias sociales, dibujos u otros elementos visuales para ayudar a su hijo a conocer los pasos a seguir para:
Los niños con autismo que se sienten frustrados, preocupados o asustados pueden tener más comportamientos repetitivos (como el aleteo o el balanceo), más rabietas y más comportamientos desafiantes. Para ayudar a su hijo a elaborar sus emociones más intensas, pruebe a:
Pruebe también a realizar actividades relajantes, como la respiración profunda, la música o ver los vídeos preferidos de su hijo a lo largo del día. El ejercicio físico puede ayudar a mitigar la ansiedad.