A diario y en cada salón de clases, los maestros luchan para que sus estudiantes conozcan, aprendan y desarrollen sus capacidades motoras e intelectuales, sin embargo, no todos los docentes están preparados para trabajar con un niño con síndrome Down, autismo o problemas psicomotores, eso provoca desmotivación y deserción escolar.
En Nicaragua algunas organizaciones no gubernamentales, como Psico Luz y la Fundación Cristal, hacen esfuerzos para incluir el trabajo de los "maestros sombra", que no son nada más que los mismos padres del estudiante o familiar más cercano y de confianza.
Jahima Alicia Díaz, directora de la Escuela y Fundación Cristal de Estelí, dijo que un "maestro sombra" conoce directamente el estado emocional, disposición y colaboración del estudiante, por ello, han conseguido involucrar en los salones de clases a muchas familias para facilitar la integración y aprendizaje del niño durante sus primeros años de preescolar y primaria.
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Díaz aseguró que gracias a esa metodología muchos estudiantes con diferentes discapacidades han conseguido llegar a la secundaria e independizarse en sus estudios, desempeñando sus propias responsabilidades.
Agregó que pensando en el impacto social e integrador que ha tenido el modelo educativo, se han propuesto para los próximos meses realizar un taller de inducción sobre maestros guías en Estelí y para ello realizan coordinaciones con Psico Luz, instancia especializada en el tema, con la única intención de garantizar el derecho a la educación de calidad y calidez que requiere la niñez.
