Unas 7 mujeres, quienes desde hace más de 30 años trabajan la artesanía de cerámica en el municipio de Condega, departamento de Estelí, ven como cada día la situación se agrava, ya que no llegan compradores como antes de la pandemia y se han quedado con los pedidos que le hicieron sus principales clientes.
Doña Vilma Guevara es coordinadora del Colectivo y sobre la situación que están atravesando cuenta que "esto está malo, por completo", pues las tiendas de artesanía de Managua, León, Estelí, Matagalpa, Granada y Masaya, a las que ellas acostumbran vender, cancelaron sus pedidos. "Los encargos están estancados", asegura Guevara.
Ducuale Grande es una comunidad muy pintoresca que se encuentra a dos kilómetros al oeste del municipio de Condega, es de fácil acceso y en su entrada destaca un monumento conformado por dos manos gigantes que sostienen un comal con la leyenda "Bienvenidos a Ducuale Grande, tierra de alfareros”.
Contiguo a la Escuela Aura Velia Guillén se encuentra el taller que mantiene una exhibición de diferentes artesanías de barro, entre utilitaria y decorativa. "Todo lo que hacemos es natural, hacemos picheles, cafeteras, tazas, panas para sopa, porras…de todo lo que el cliente nos pida", explica Guevara.
Los precios varían según el tamaño y la pieza, sin embargo, el arte y empeño que estas mujeres han puesto por décadas al parecer no es del interés a las nuevas generaciones que han buscado otras alternativas de ingresos.
"Ahora es diferente, algunos jóvenes saben trabajar el barro pero con la situación que vivimos ellos mejor se van a las fábricas de tabaco porque aquí cuando se vende hay dinero, sino no hay, y el joven quiere ganar", comenta doña Vilma Guevara.
La esperanza de este colectivo de mujeres es que la situación mejore, y que más gente conozca del trabajo que realizan las artesanas de Ducuale Grande.
