A distantes 5 kilómetros, al noroeste de la ciudad de Estelí, se encuentra el vertedero municipal, mejor conocido como La Chureca, lugar a donde llegan toneladas de basuras y donde una gran cantidad de gente espera a que lleguen los camiones recolectores para comenzar a escavar entre la basura y seleccionar lo que mejor les sirva.
Pedro Pablo Medina Miranda es un hombre que nació y vivió hasta sus 17 años en la comunidad Correntada Larga en el municipio de El Rama, de la Costa Caribe Sur de Nicaragua, pero con el pasar de los años se mudó a la ciudad de Estelí.
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En el basurero municipal los volcanes de tierra y desechos se han convertido en el escenario principal de Pedro Medina, un hombre que desde niño soñó con ser músico y cantante.
A sus 27 años decidió probar su talento como compositor e intérprete y su público son los hombres y mujeres que trabajan como recolectores de material para reciclar.
Él no es recolector, sino un pastor evangélico, quien visita con frecuencia este lugar, no solo a cantar, sino también para compartir mensajes de motivación espiritual. "La música siempre ha sido mi pasión, esta gente es mi inspiración principal para componer mis canciones", confiesa Pedro a Noticias ABC.
La motivación para conocer sus canciones Pedro la obtiene de experiencias compartidas con los recolectores. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo"Yo inicialmente no vine a cantar, vine a compartir la Palabra del Señor con ellos...pero al ver que no habían cantantes en este escenario yo decidió cantarles a ellos", relata el pastor y cantante.
Quienes viven de la recolección, aseguran que desde que Pedro comenzó a llegar al lugar, su vida les cambió por completo, ya que sus dolencias y tristezas se quitan con la música y una sonrisa.
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Este sitio se ha convertido en el mejor lugar de inspiración y de cada experiencia vivida hay una oportunidad para componer e interpretar algunas canciones y hoy Pedro Medina ha conseguido grabar su primer videoclip.
Pedro Medina es el primer hombre que ha convertido el basurero en un escenario musical, sin embargo, de vez en cuando deja su ropa común y se transforma en toda una estrella para cantar en la iglesia local Casa de Vida de la comunidad La Cruz, donde sus seguidores corean a grito sus canciones.
