LOCAL / Marcos Muñoz.
Doña María Elsa Castillo Jirón, habita en la comunidad de Paso Ancho, Estelí, la anciana se gana la vida lavando ropa en el río, pero se ha llevado una tremenda sorpresa porque solo encontró un poquito de agua empozada donde antes pasaba el caudal del río.
Castillo, recordó que hace una semana aún el agua corría por debajo del puente, pero ahora solo queda un charquito de agua, estancada y ahora no podrá lavar la ropa que tenía encargada para este día.
Según doña María Elsa, tres factores inciden para que el río se seque, el despale a la orilla del río, mal invierno y los motores de riego ubicados en la cabecera del río.
“¿Y ahora cómo me voy a ganar la vida, si yo vengo a lavar ajeno aquí y sin agua qué vamos a hacer? Lamentó doña María Elsa Castillo, quien ahora tendrá que ir a pedir agua en las casas donde tiene pozo.
Carlos Ventura Amaya, otro de los pobladores de la comunidad de Paso Ancho, indicó que lo más lamentable es que nadie hace nada por regular el riego con motores en la cabecera del río.
Don Santos Umaña, habita muy cerca de la rivera del río y ha tenido que excavar aún más su pozo para poder encontrar agua para consumo familiar.
“El pozo está tan seco que solo sacamos cinco baldes de agua, apenas para el consumo familiar, por eso estamos buscando alternativas para frenar el riego arriba” sostuvo Umaña.
Los habitantes están desesperados porque apenas el verano comienza y no hay esperanzas de recuperar el manto acuífero en la zona.
Los pobladores quieren reunirse con las autoridades de ENACAL para tratar de ejecutar el proyecto de agua potable para las más de 30 familias del sector que carecen de este servicio.
