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Migrar no significa ausentarse: ¿Cómo seguir presente en la vida de sus hijos?

Pese a la distancia, muchos padres y madres nicaragüenses demuestran que con comunicación y compromiso es posible seguir presentes en la vida de sus hijos.

Crear rutinas es una forma efectiva de mantener el vínculo. Imaagen de referencia
Crear rutinas es una forma efectiva de mantener el vínculo. Imaagen de referencia

Colaborador Jordan Colindres
5-Junio-2025
Nueva Segovia-Nicaragua

En un mundo donde las distancias físicas parecen separar corazones, miles de madres y padres migrantes enfrentan un mismo desafío: ¿cómo seguir siendo una presencia significativa en la vida de sus hijos?

La migración, impulsada muchas veces por el deseo de ofrecer un futuro mejor a los hijos, no solo representa una distancia física, sino también emocional. Sin embargo, estar lejos no significa estar ausente. Con amor, intención y herramientas adecuadas, los lazos familiares pueden mantenerse fuertes y llenos de vida.

La psicóloga Patricia Almendares, del Instituto de Promoción Humana (INPRHU) en Ocotal, Nueva Segovia, al ser consultada por Noticias ABC en esta Semana de la Niñez nicaragüense, destacó que la presencia emocional es tan poderosa como la física. Lo importante es que los hijos sientan que sus padres están pendientes, los escuchan, los valoran y forman parte activa de su día a día.

De acuerdo con Almendares, una de las claves principales es cultivar una comunicación constante, pero sobre todo significativa. No se trata únicamente de llamar todos los días, sino de crear un espacio donde los hijos puedan expresar sus emociones, compartir sus experiencias y sentirse escuchados con atención plena. Esta comunicación debe ser empática, sincera y basada en el interés genuino.

Además, resaltó la importancia de acompañar emocionalmente a los hijos en fechas especiales y en los momentos importantes de su vida, como cumpleaños, graduaciones, celebraciones escolares o cualquier pequeño logro. Aunque no se esté físicamente presente, un mensaje oportuno, una videollamada o un gesto simbólico puede transmitir amor, orgullo y apoyo.

Otra estrategia efectiva es involucrarse activamente en las decisiones que afectan a los hijos, lo que refuerza el sentimiento de unidad y pertenencia dentro del núcleo familiar.

Finalmente, la psicóloga sugirió establecer rutinas, como contar cuentos por videollamada antes de dormir, compartir una película los fines de semana o escribir mensajes en un cuaderno familiar. Estas actividades pueden ayudar a nutrir el vínculo y permitir que la presencia del padre o madre migrante se mantenga viva y constante.

Un ejemplo vivo de esta práctica es Norma Martínez, una madre nicaragüense de Ocotal, que actualmente reside en el extranjero. Aunque la distancia la separa físicamente de sus hijos, ha encontrado formas creativas de permanecer cerca de ellos.

“Cada noche les grabo un audio contándoles cómo estuvo mi día y escucho los suyos en la mañana. Es nuestra forma de sentirnos juntos, aunque estemos lejos”, compartió con emoción.

Xiomara también coordina con su madre, quien cuida a los niños en Ocotal, para asegurarse de que los valores, el afecto y las decisiones importantes mantengan su esencia como familia. “He aprendido que ser mamá no depende solo de estar cerca, sino de estar atenta, comprometida y presente en cada momento posible”, expresó.

El reto de la migración no desaparece, pero el amor tiene formas infinitas de cruzar fronteras. Para los padres y madres migrantes, ser una presencia constante es una decisión diaria, que con intención y cariño, puede transformar la distancia en un puente de amor duradero.


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