En un mundo donde las motos dominan el servicio de delivery, Elvin Rodríguez un joven de la ciudad de Estelí, inició en este oficio de una manera diferente. Con su bicicleta recorre las calles de esta ciudad, llevando pedidos y cumpliendo con sus clientes, únicamente pedaleando.
"Un día pensé que yo podía brindar el servicio en bicicleta. Los recursos no me dan para conseguir una moto, entonces tomé la decisión y empecé desde cero. Primeramente con la ayuda de Dios, sé que voy a salir adelante", dijo Elvin confiado.
A bordo de su bicicleta, Elvin no solo encontró una forma de trabajo, sino también demostró que cuando se tiene necesidad y deseos de salir adelante, lo más importante es la acción, fe y buena actitud.
"Mi papá en la casa me motiva. Mis hijos y mi esposa también son mi motor. Yo confío en Dios y en las personas de Estelí que saldré adelante”, comparte el joven emprendedor.
A diferencia de los motociclistas, que a menudo enfrentan altos costos de gasolina y mantenimiento, Elvin, ha podido reducir considerablemente sus gastos y considera que esto contribuye a mantener una vida saludable, pedaleando todos los días, además contribuye con el medio ambiente.
Sin embargo, como cualquier emprendedor, Elvin Rodríguez también ha tenido que enfrentar sus propios desafíos. El tráfico, y las distancias largas. Pero no se da por vencido, ya que en casa esperan dos hijos y una esposa por el sustento del día.
“Es más seguro en bicicleta porque no gastas en combustible, me movilizo más seguro, confiado. Yo antes corría bastante, hace dos años fui boxeador amateur, ya me retiré de eso por motivos de trabajo, andar en bicicleta por eso no me afecta", comenta al equipo de Radio ABC.
En medio de este oficio cada vez más competitivo, Elvin ha demostrado que, con esfuerzo, dedicación y una visión diferente, es posible emprender con éxito, incluso en una ciudad como Estelí, donde las motos parecen ser la norma.
Con su bicicleta, no solo lleva alimentos, sino también un mensaje de sostenibilidad y perseverancia. Y así, sobre ruedas, Elvin Rodríguez sigue su camino, pedaleando hacia el futuro, demostrando que las mejores ideas no siempre requieren motores grandes, sino mucho corazón.