NOTICIA

Departamental

Fabio Leonel López: El Telegrafista de Ocotal

Durante sus años de servicio, Fabio Leonel fue testigo de innumerables momentos históricos que cruzaron por su telégrafo. Su legado en Ocotal es admirable.

Fabio Leonel López forma parte de la historia de las comunicaciones en Ocotal. Foto: Marvin Gadea/Radio ABC Stereo
Fabio Leonel López forma parte de la historia de las comunicaciones en Ocotal. Foto: Marvin Gadea/Radio ABC Stereo

Colaborador Marvin Gadea
3-Julio-2024
Nueva Segovia-Nicaragua

Fabio Leonel López, conocido cariñosamente en Ocotal como "El Telegrafista", es una figura emblemática en la historia de las comunicaciones de Nicaragua. Él dedicó gran parte de su vida al telegrafismo, una profesión que desempeñó con orgullo y destreza.

Durante sus años de servicio, Fabio Leonel fue testigo de innumerables momentos históricos que cruzaron su telégrafo, desde noticias importantes hasta mensajes personales que conectaban a personas separadas por grandes distancias.

Él recuerda con cariño los días en los que el sonido rítmico del telégrafo llenaba la oficina, cada clic y pausa formando palabras que llevaban noticias y emociones a su destino.

"El telegrama era más rápido que el WhatsApp", dice Fabio Leonel con una sonrisa, rememorando cómo en su época, la inmediatez del telégrafo era incomparable.

Quizá le interese: Telegrafistas reviven sus recuerdos con el uso de clave morse

A pesar de la evolución tecnológica, sostiene que la eficacia y la precisión del telégrafo en transmitir mensajes vitales en cuestión de minutos era asombrosa para su tiempo.

"No había emojis, pero cada punto y raya tenía un peso enorme", añade, subrayando la importancia de la habilidad y el conocimiento necesarios para operar las máquinas de telégrafo.

Hoy en día, aunque los teléfonos inteligentes y las aplicaciones de mensajería instantánea han reemplazado al telégrafo, don Fabio Leonel sigue siendo un defensor apasionado de su antiguo oficio.

Él cree que el espíritu de la comunicación rápida y eficiente vive en la tecnología moderna, pero siempre le recordará la era dorada de los telegramas con un sentimiento de orgullo y nostalgia.

Su legado en Ocotal no solo es el de un trabajador diligente, sino el de un guardián de una época crucial en la historia de las telecomunicaciones. La comunidad lo respeta profundamente por su contribución profesional y por su capacidad para mantener viva la memoria de un tiempo en el que el telegrafista era el puente entre los corazones y los eventos del mundo.


Comparte esta noticia