Manuel Rosas Arreola es un exfutbolista mexicano que dejó su huella en el Real Estelí de Nicaragua y en la selección nacional de este país centroamericano, destacando como defensa lateral izquierdo. Pero su legado no se limita a lo que hizo en la cancha, sino también en lo que hace fuera de ella.
Durante su estancia en el Real Estelí, Manuel Rosas marcó 37 goles, lo que representa su habilidad para atacar y defender. Pero sobresale también su calidad humana y su compromiso con los demás, especialmente con los más necesitados.
"La razón de la vida no es solo no ser malo, es qué tanto bien puedes hacer con lo poco o mucho que tienes, ser útil, sentirte útil, no todo es económico", expresa Manuel Rosas.
Manuel Rosas abre su corazón y sus manos a favor de otros que intentan dar sus primeros pasos en este deporte, así como de muchos necesitados. Su iniciativa ha llevado a que muchos jóvenes que no tienen los recursos para pagar una escuela de fútbol o un entrenador personal, tengan la oportunidad de desarrollar su talento y llevar su juego a un nivel superior.
Pero no solo eso, también ha puesto en marcha acciones de ayuda social para los necesitados en Estelí, Nicaragua, la entrega de indumentaria deportiva, y organización de eventos para recaudar fondos, así también, ayudó a dos adolescentes huérfanos en la construcción de una vivienda, entre otras obras de caridad.
A Rosas le satisfacen las labores de amor al prójimo. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo"Puede ser una vocación. Si hablas de lo económico y dices 'yo gano 10 pesos, cuando gane 20 pesos yo donaría tanto', pero si tú no aprendes a donar 50 centavos de tu ganancia, el día que ganes lo doble no vas a dar ni un peso, eso es un hábito", añade el deportista con espíritu altruista.
Manuel Rosas Arreola es un ejemplo para los futbolistas y para todos aquellos que quieren hacer la diferencia en la vida de los demás.
"Lo conocí como una buena persona que apoya a la gente pobre y que puede seguir apoyando. Nos anima a que seamos grandes, él a mí me motivó a jugar fútbol", expresó el niño Josué Olivas.
"Es buena persona, le ayuda a triunfar a los que quieren jugar futbol, motiva a seguir adelante", agregó Jonathan Castro, otro pequeño apasionado por el futbol.
Su papel en el deporte se extiende a su compromiso con la gente que lo rodea. Un verdadero líder y embajador del fútbol practicado con humildad y pasión.
"Siempre quise que cuando terminara mi carrera profesional que no solo me recordaran como un jugador; lo deportivo iba a pasar y ya pasó, sino que también predominara la persona sobre el profesional", concluyó Manuel "Meño" Rosas.
