Una multitud de fieles y promesantes provenientes de diferentes puntos de Nicaragua, llegaron hasta el municipio de El Sauce, departamento de León, para participar ayer domingo en la solemnidad del Señor de los Milagros, o Señor de Esquipulas, que se celebra cada 15 de enero y es considerada una de las más concurridas de la Iglesia Católica.
La fiesta religiosa inició en las primeras horas del día con una serena, luego se realizaron celebraciones eucarísticas y una procesión con la imagen del Cristo Negro por las principales calles de ese municipio leonés.
La misa solemne fue presidida por monseñor Sócrates René Sándigo, obispo de la Diócesis de León. Además, cientos de personas hacían fila para acercarse a la imagen de Cristo, que este 2023 cumple 300 años de su llegada a esta tierra centroamericana.
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Doña Emelina Matute, originaria de la ciudad de Estelí, cada año viaja al Santuario Nacional Nuestro Señor de los Milagros para pedir por su familia, en particular por un milagro que le permita recuperar su vista para seguir guiando a su hija con discapacidad.
En tanto, María Elizabeth Gutiérrez es otra esteliana que caminó más de 14 horas para llegar al Sauce, y lo hace desde hace 30 años. Esta vez llegó a pedir por uno de sus hijos que emigro de Nicaragua.
En Jinotega, esta tradición y fe data de hace más de 30 años. Foto: Cortesía/Radio ABC StereoDecenas de feligreses católicos de diferentes municipios del departamento de Jinotega, participaron con fe y devoción de la fiesta del Señor de Esquipulas en el santuario que fue construido en su honor, cuya tradición data de hace más de 30 años.
Muchos llegaron para pagar promesas por favores recibido, así mismo, a pedir por un milagro, pero también para participar de la misa solemne de ayer domingo 15 de enero, la que fue presidida por monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega y el presbítero Arsenio Medina, párroco de San Sebastián de Yalí.
La fiesta al Señor de Esquipulas en Jinotega fue promovida por el señor Luis Miranda desde hace más de 30 años y por quien en vida fuera el padre Ernesto Cisne, a quien se le conocía cariñosamente como el padre "Tito".
