Pese al periodo de invierno y ser la temporada más alta en la producción de leche en Nicaragua, principal materia prima para la elaboración del queso, cuajada y crema, los consumidores locales han tenido que experimentar el pago más alto de estos productos.
En el mercado Alfredo Lazo de la ciudad de Estelí, durante el mes de septiembre, los comerciantes de lácteos han reportado cuatro alzas consecutivas y según ellos esto se traduce a menos movimiento en sus ventas, ya que los consumidores por el encarecimiento del producto han disminuido las cantidades que acostumbraban comprar.
En menos de un mes, una libra de queso seco ha subido 20 córdobas, es decir, que hoy lunes el consumidor deberá pagar 60 córdobas por el frescal y 65 por el seco, la crema se cotiza en 45 córdobas y la libra de cuajada en 50 córdobas, no descartando una próxima alza en los siguientes días.
Para muchos comerciantes como Tomás Caballero, vender lácteos no solo resulta difícil por la variación de precios, sino también por la falta de ingresos económicos y desempleo que afecta a una parte de la población y por otro lado está la pandemia, pues mucha gente ha dejado de hacer sus compras en este mercado.
Mientras tanto, Rudy Rugama dijo que las variaciones de precios no solo afectan al consumidor sino también al comerciante, ya que al no vender tampoco pueden cumplir con las obligaciones económicas y pagos de algunos servicios como la electricidad, ya que son productos que requieren refrigeración.
Por su parte, María Isabel Cerros aseguró que aunque se reportan incrementos en algunos tramos, de manera personal ella sigue manteniendo los precios de la semana anterior, pues su proveedor no le ha notificado alza en el producto, sin embargo, será hasta este lunes por la tarde que se dará cuenta.