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Se abre oportunidades laborales a través del Lenguaje de Señas

El esteliano José Manuel Potoy es sordo de nacimiento pero gracias al lenguaje de señas ha logrado desarrollar una vida relativamente normal, con la que ha podido formar una familia y conseguir trabajo estable.

José Manuel Potoy ha salido adelante gracias al lenguaje de señas. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
José Manuel Potoy ha salido adelante gracias al lenguaje de señas. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
25-Agosto-2021
Estelí-Nicaragua

José Manuel Potoy Buitrago es un nicaragüense de 33 años de edad que nació con una discapacidad auditiva, sin embargo, no ha sido limitante para desarrollarse socialmente, mucho menos en el ámbito laboral. Actualmente tiene un trabajo estable y es padre de dos niños, de 2 y 10 años de edad, a quienes les ha enseñado el lenguaje de señas.

El joven reconoce que una de sus ventajas ha sido el haber ingresado al Hogar Escuela Rubén Darío de ciudad de Darío, Matagalpa, cuando era un niño y donde tuvo la oportunidad de aprender Lengua de Señas, idioma oficial de la comunidad sorda. Además de haber aprendido a leer los labios, tuvo acompañamiento familiar.

Todo esto, según cuenta en su propio lenguaje de señas, le ha permitido abrirse oportunidades de aprendizaje, pues siendo un adolescente aprendió en el Centro Juvenil Los Pipitos de Estelí técnicas de ebanistería, donde le enseñaron a elaborar sillas, mesas, roperos y cajas de madera que se usan para exportar y comercializar los puros.

Gracias a esa experiencia acumulada, a José Manuel se le facilitó el ingreso en una fábrica de tabaco, donde se elaboran cajas para puros, espacio que le ha brindado confianza, respeto y comprensión, así mismo donde le han reconocido como un ser humano con capacidades iguales a las de un oyente.

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José Manuel se describe como un hombre honesto, respetuoso, amistoso y solidario. Uno de los retos más grandes que le ha tocado en la vida es hacer su entorno inclusivo a través de la enseñanza de lengua de señas a sus amigos y compañeros de trabajo.

"La lengua de señas es nuestro idioma y es interesante que todos los nicaragüenses, tanto oyentes como sordos, la puedan aprender, pues eso nos abre oportunidades y permite que se nos reconozca nuestras capacidades y habilidades", expresa este joven esteliano.

Él se siente agradecido con Dios por la vida y orgulloso de que sus compañeros de trabajo se interesen por aprender su idioma, ya que esto abre también oportunidades laborales a otros sordos.

José Manuel admite que lo más difícil para la comunidad sorda no es estudiar, sino conseguir una oportunidad laboral y más cuando no se tiene experiencia. Por ello cree que las empresas deben permitir pasantías y prácticas profesionales al sector con discapacidad auditiva.


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