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Somoteños también se suman en ayuda a migrantes haitianos

Somoto es conocida como la Capital de la Amistad y así lo demostraron sus pobladores al socorrer a un grupo de migrantes haitianos que pasaba necesidad.

Los haitianos fueron hospedados en el Hostal Solentiname. Foto: Cortesía
Los haitianos fueron hospedados en el Hostal Solentiname. Foto: Cortesía

Colaborador Denis García
2-Agosto-2021
Madriz-Nicaragua

Decenas de migrantes haitianos siguen viéndose a diario por Nicaragua, país por el que transitan en su travesía hacia Estados Unidos. En su caminar cansado se nota que el camino ha sido largo y difícil. Estelí, Somoto y Jalapa son algunas de las ciudades donde suele verse a los migrantes.

A eso de las ocho de la noche del pasado jueves 29 de julio, llegó el último bus proveniente de Managua a la ciudad de Somoto, Madriz, del mismo bajó un grupo de haitianos que fue alcanzado por la lluvia nocturna, el grupo de migrantes buscaba donde pasar la noche.

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Pasadas las nueve de la noche, la joven Virginia Obando Carrasco, propietaria del Hostal Solentiname, ubicado contiguo a la terminal de buses de Somoto, al enterarse que los haitianos necesitaban un lugar donde pasar la noche decidió apoyarlos y solicitar ayuda por medio de las redes sociales.

"Se presentaron 11 personas, entre hombres y mujeres, y 4 niños, ellos venían completamente mojados y solo con la ropa que llevaban puestas, para algunas mujeres conseguimos ropa de aquí de la casa pero para los niños y los hombres era más difícil", explicó Virginia.

Desde ese momento, Virginia observó la carencia de recursos que tenían los haitianos que ni siquiera llevaban una segunda mudada. Fueron muchos los que acudieron al auxilio de los migrantes, demostrando porque Somoto es conocida como la Capital de la Amistad.

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"Hice la publicación como a las 10 de la noche, a pesar de la hora y de que estaba lloviendo, la gente no se hizo esperar, me llamaron, me contactaron para preguntarme que necesitaban y como a las 11 de la noche comenzaron a venir las ayudas con ropa, dinero y alimentos", contó la somoteña.

Al menos esa fue una agradable noche para los haitianos y sus pequeños hijos, quienes sintieron calor humano durante algunas horas donde lograron descansar y recargarse de energías para retomar su viaje. 


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