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Obrera esteliana del tabaco pierde la vista

Un tumor en el sistema nervioso central y una neuritis óptica dejaron sin poder ver a Reyna Lagos, quien se ganaba la vida como obrera del tabaco en Estelí. Tras 11 meses sin ver y sin trabajo, tiene dificultades para conseguir su tratamiento y el de su niña que también está perdiendo la visión.

Reyna Lagos perdió la vista y urge de ayuda. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Reyna Lagos perdió la vista y urge de ayuda. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
18-Mayo-2020
Estelí-Nicaragua

Reyna Lagos se desempañaba como bandeadora de tabaco en el área de despalillo de una reconocida fábrica de Estelí. Según ella, el olor a tabaco le provocaba dolores constantes de cabeza y en la clínica de asegurados se los trataban con analgésicos.

La obrera pensaba que se trataba de problemas de migraña, pero cada día miraba borroso, estado que le comenzó a afectar en su rendimiento laboral. 

Después de 9 años no pudo regresar a su puesto de trabajo, el dolor era tan insoportable que la tuvieron que internar en el hospital y fue hasta en julio de 2019 que se enteró que tenía un tumor en el sistema nervioso central y una neuritis óptica. Sin embargo, clínicamente no se podía hacer nada, pues los daños eran irreversibles y las arterias de su vista estaban colapsadas.  


Reyna trabajaba para sus hijos y asegura que la niña necesita una valoración oftalmológica porque también tiene problemas en la vista. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo


Reyna relató a Noticias ABC que en la clínica le aplicaron suero relajante y su esperanza era regresar pronto a casa para ver y abrazar a sus hijos Karla y Carlos de 13 años y el más pequeño de 7, pero la realidad no fue así, había quedado ciega, sin trabajo, ni dinero, únicamente con el apoyo de su madre que se gana la vida vendiendo tortillas.

"Iba perdiendo la vista poco a poco, cada día miraba menos, me llevaron al hospital, me hicieron una resonancia y me salió un tumor en el cerebro, ya tengo 11 meses (sin ver), tengo que estar con un tratamiento permanente y es caro, me tomo dos en la mañana y dos en la noche, se llama Imuran", explicó Reyna.

Ahora el problema de la visión lo presenta la hija adolescente de Reyna, quien estudia el segundo año de educación secundaria en el Instituto Reino de Suecia, ella urge de una valoración oftalmológica para corregir a tiempo el problema, pero esta familia no tiene presupuesto para cubrir esta urgente necesidad.

Además que Reyna Lagos tampoco cuenta con dinero para comprar el medicamento para calmar su dolor.  Por lo que apela al buen corazón de la población. "Yo trabajaba para mantener a mis niños y ahorita la niña (Karla) necesita unos lentes, no se los he podido comprar por conseguir mi medicamento, ella también está perdiendo la vista", expresó. 

Si en sus manos está ayudar a Reyna Lagos y familia, puede visitarla en la siguiente dirección: de la entrada del Café Indio 400 metros al norte, casa de madera a mano derecha, barrio El Jazmín o bien comunicarse directamente al teléfono 5716-8226.


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