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Vendedores ambulantes de Estelí comienzan a sentir efectos económicos por alarma ante coronavirus

Los vendedores de comida que salen cada día a las calles en busca del sustento para sus familias están vendiendo muy poco o casi nada. Varios han incrementado sus medidas de higiene pero ante el temor de contagio, muchas personas se abstienen de comprar.


Periodista Famnuel Úbeda
24-Marzo-2020
Estelí-Nicaragua
Nicaragua mantiene dos casos positivos de Covid-19 y 6 casos sospechosos asintomáticos y bajo observación, según dijo ayer la vicepresidenta Rosario Murillo, sin embargo, la situación que se vive en otros países con casos graves ha hecho que la preocupación se apodere de muchas familias estelianas.

Unos han optado por abastecerse de alimentos, mientras que otros han decidido por cuenta propia no mandar a sus hijos a la escuela, en tanto muchos negocios han cerrado como una medida de prevenir la propagación de la pandemia del coronavirus.

Los que no pueden paralizar sus actividades y arriesgan día a día su salud son los comerciantes ambulantes de fritanga, elotes, frutas y verduras, cuyas ventas e ingresos se han reducido debido a que la gente ha dejado de comprar en la calle.

Mariela Flores es una mujer que ha dedicado la mayor parte de su vida a la comercialización de elotes y tamales en una gasolinera de la ciudad de Estelí, aseguró que sus clientes han sido los que llegan a cargar combustible, pero desde que se diagnosticó el primer caso positivo de COVID-19 en Nicaragua, ya no es lo mismo.

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Don Bismark Olivas se ha quedado con casi toda su venta en estos últimos días. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

"Ahora los conductores suben el vidrio en primer lugar, en segundo lugar se alejan de uno y tienen razón, nadie quiere enfermarse en esta vida, económicamente sí afecta porque el negocio baja y uno tiene que llevar la comida a la casa", compartió doña Mariela.
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Doña Cándida Rosa López, madre de un niño con discapacidad, ha dedicado los últimos cuatro años a la elaboración y comercialización de posicles de manera ambulante, ella aseguró que dos semanas atrás vendía un aproximado de 100 helados diarios, pero entre el domingo y lunes pasados únicamente había conseguido vender entre 15 y 20 posicles, con el dinero conseguido no puede para cubrir sus necesidades.

"Ayer me gané 25 pesos, hoy (lunes) no he vendido casi nada, la gente tiene miedo de comer en la calle y tienen razón por tantas cosas que se están dando", manifestó doña Cándida a Noticias ABC, sin embargo, admite que su economía se ha visto gravemente afectada. "Nosotros debemos en los banquitos, que hacemos préstamos poquitos de dos mil o tres mil pesos, vamos alcanzados con los banquitos, las preocupaciones también nos ponen que no se sabe qué hacer ni para donde coger", agregó doña Cándida.

Don Bismark Olivas es vendedor ambulante de fritanga y la mayoría de sus clientes se encuentran en las fábricas procesadoras de tabaco y pese a utiliza guantes de látex, cubre boca, gel antibacterial, más agua y jabón para el lavado de mano de sus compradores, las ventas ya no tienen el mismo ritmo.

"Ha estado malo, hoy ando lleno de ventas, normalmente vendía de 70 a 130 piezas, 90 frescos, pero hoy no hay movimiento, está malo, muy malo, la gente no quiere comprar, uno pasa y las puertas están cerradas, no sale la gente, tienen miedo", contó con suma preocupación don Bismark.

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