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Departamental

Ducuale Grande: tierra de ollas y comales

Doña Simeona Guevara ha vivido del barro desde siempre. Heredó la técnica de su mamá y ahora ella se lo ha transferido a sus hijos y nietos.


Periodista Redacción Digital ABC
15-Julio-2019
Estelí-Nicaragua
Agua, barro y fuego forman la combinación perfecta para que la materia prima se transforme en obras de arte por mujeres de Ducuale Grande, una comunidad del municipio de Condega en el departamento de Estelí.

De esta comunidad salen al mercado nacional y extranjero aproximadamente unas 10 mil piezas al año de variados tamaños, diseños y acabados, que elaboran las mujeres desde sus propias casas o en el colectivo de mujeres del barro que se fundó hace 30 años.

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Una de las hijas de doña Simeona Guevara muestra piezas elaboradas con barro. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

La mayoría de esas piezas que se fabrican en Ducuale Grande son tinajas, comales, tazas, tazas soperas, azucareras y collares, los que se comercializan en la misma comunidad, tiendas y mercados de artesanía.

Doña Simeona Guevara Pérez, de 78 años, es una de las que han logrado fabricar con sus manos una innumerable cantidad de piezas en barro, ya que aprendió el oficio desde bien pequeña y perdió la cuenta de cuantas ha hecho.

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Ducuale Grande: tierra de ollas y comales. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Según doña Simeona, ella aprendió el oficio de su mamá y comenzó elaborando comales, platos y ollas de barro, que eran los más demandados, sin embargo, con los años la gente ha optado por comprar sartenes de hierro o aluminio, por lo que ha tenido que innovar y crear otras piezas, pero siempre con sus manos.

Doña Simeona es una de las artesanas del barro con mayor edad en la comunidad y es considerada la abuela de los artesanos de Ducuale Grande. Ahora ella trata de heredar el oficio a sus hijos, nietos y nueras.

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Doña Simeona y una de sus hijas junto al horno donde elaboran las piezas de barro. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

"Mi mamá hacía comales y ollas, con ella comencé a trabajar, pero fui aprendiendo otras técnicas. Ahora mis nietos hacen piezas y un hijo mío trabaja en Masaya, mis hijas laboran en el taller. Los comales son los que más se venden, aunque con esta situación que tenemos ya casi no nos visitan, antes venían brigadas pero ahora solo vienen una o dos, y se nos han bajado las ventas", compartió a Noticias ABC doña Simeona.

Colaboración de Famnuel Úbeda

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