A diario más de una decena de mujeres se apostan en las aceras del mercado de Ocotal, con una pana sobre sus piernas o sostenida sobre un banco de madera. Ellas se dedican a la elaboración y comercialización de tortillas, medio del que han sobrevivido por años. "Desde que era una niña mi mamá nos ha mandando a vender, así he sobrevivido y sacado adelante a mis hijas", comenta una de ellas.
Las primeras mujeres llegan al mercado viejo de Ocotal a las cinco de la mañana y permanecen entre una y cuatro horas, hasta que se vende la última tortilla.
Desde la una de la madrugada las mujeres se levantan para preparar las tortillas. Foto: Joel Castillo/Radio ABC Stereo
Entre una esquina, llena de canastos de frutas, carretones y una estrecha calle llena de bullicio, saturada por el tráfico vehicular que impide la libre movilización de los peatones, están estas mujeres, llenas de mucha energía y con una sonrisa ofrecen sus tortillas.
"Por ejemplo está la tortilla amarilla y la tortilla blanca, hay grandes y pequeñas, como el cliente las prefiere. Nosotras estamos levantadas desde la una de la mañana para venir a atenderles", cuenta con una sonrisa Nersy Jahaira Gutiérrez.
La mayoría de mujeres dedicadas a la elaboración y comercialización de tortillas, proceden del barrio Santa Ana y Pueblos Unidos, casi todas salen en fila con sus panas en la cabeza a buscar el mejor lugar y vender su producto, que con seguridad calmarán el hambre de muchos ocotaleanos.
Unas 27 mujeres se dedican a esta labor. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo Trabajan desde niñas
Nersy Jahaira Gutiérrez tiene 29 años de edad, de esos, 21 ha dedicado a la elaboración y comercialización de tortillas. Desde los nueve años, despierta a diario a la una de la mañana para hacer unas ochocientas tortillas a mano y desde entonces llega al mercado a vender sus tortillas, según nos cuenta. "Vine con una señora y ahora sigo vendiendo", nos dijo.
Los dedos de Nersy Jahaira están marcados con quemaduras del comal, para ella no existen días feriados, ni vacaciones, solo la necesidad de ganar para ayudar a los gastos de la casa, donde vive con su mamá y hermanos. "De aquí sale el gasto de la casa: luz, agua y cable, para todo", confiesa.
Muchas de las mujeres trabajan desde niñas haciendo y vendiendo tortillas. Foto: Joel Castillo/Radio ABC Stereo
En la misma esquina, a pocos centímetros de distancia, vende Daniela Guerrero, otra mujer que echa tortillas desde los nueve años. Ella empezó vendiendo en los barrios, recorriendo casa por casa, hasta que logró ubicarse en el mercado. "Aquí nos llevamos bien, nos sabemos entender, el cliente es quien elige la tortilla de su preferencia", manifiesta Guerrero, quien agrega que le gusta su trabajo.
Cuando termina la jornada, estas mujeres esperan obtener el suficiente dinero que les permita volver a comprar el maíz y la leña, así también obtener alguna ganancia para llevar algo de carne o frijoles a casa, donde hijos esperan por bocado.
Son 27 mujeres tortilleras que saben vender, compartir y atender a sus clientes. Sin duda alguna, no hay otro lugar más especial donde encontrar las mejores tortillas de colores, tamaños y precios, que el Mercado Viejo de Ocotal.
Colaboración de Famnuel Úbeda
