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Condenado a vivir entre el dolor y el abandono

Este hombre de avanzada edad no tiene hijos y ahora corre el riesgo de perder un pie. Con su oficio de carretonero no logró pagarse un seguro ni ahorrar para su vejez.


Periodista Redacción Digital ABC
05-Julio-2019
Estelí-Nicaragua
Don Isidro Martínez González es un hombre de 67 años que nació con una deformación congénita en uno de sus pies y pese a esto, sus últimos años los ha dedicado a la venta de bananos maduros, pero ahora solo quedan los recuerdos y tristeza, ya que está a punto de perder su pie por una bacteria y la mordedura de un perro.

El dolor que ocasiona la llaga es desesperante, la soledad y el no poder trabajar para conseguir una vida digna, lo hacen llorar entre el silencio de su humilde vivienda, ya que nunca pudo tener hijos que lo asistieran, tampoco pagar un seguro que cubriera sus gastos médicos y una jubilación.

Descripción

En está humilde vivienda vive don Isidro Martínez. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Desde su juventud, Don Isidro nunca tuvo más que dos trabajos. El del pastoreo de ganado y ordeño que fue su primer empleo, con el que apenas ganaba 250 córdobas al mes, nunca tuvo pago de horas extras, ni incentivos, solo contrajo una infección en su pie malformado y lastimado por el uso de bota de hule y contacto con el estiércol de ganado.

Él restó importancia, se trató con remedios caseros y la herida sanó. Momento que aprovechó para cambiar de oficio y dedicarse a la venta de bananos maduros. Trabajo que desempeñó con un carretón y con el que recorrió las calles de esta ruidosa ciudad por largos 20 años, pero que se vio obligado a abandonar tras ser atacado en la calle por un perro que traspasó con sus colmillos sus botas de hule y provocó una herida de cuatro centímetros de ancho por dos de profundidad.

Descripción

Don Isidro espera poder recuperarse para salir a vender otra vez en su carretón. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Esa mordida del perro no solo ha lastimado su cuerpo, sino que lo ha condenado a vivir entre el abandono y en una vivienda vieja en el barrio 14 de Abril del Diamante de Las Segovias. Casa de madera comida por la polilla y a punto de colapsar.

El deseo de don Isidro Martínez González es poder sanar de sus heridas, retomar su carretón para salir a las calles a vender sus bananos y generar algunos ingresos que le permitan tener el sustento del día y conseguir algunas tablas para rehabilitar su vivienda, ubicada en el barrio 14 de Abril de Estelí, del costado este del Instituto Reino de Suecia 3 cuadras al este, media cuadra al norte. Frente a su casa siempre está estacionado su carretón.

La organización altruista Manos que ayudan se comprometió a apoyar a don Isidro con materiales para la reparación de su casa y también con un carretón nuevo.

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