Entre calles y andenes de los barrios El Rosario y Oscar Gámez de la ciudad de Estelí, caminan a prisa decenas de personas, pareciera si se tratara de un maratón y luchan entre sí por el primer lugar de la competencia o una simple caminata para disminuir los riesgos de hipertensión y sobrepeso, sin embargo, no se trata de conseguir medallas, ni una buena salud, sino de llegar de primero al portón de una fábrica procesadora de tabaco para conseguir un empleo.
Muchos de esos corredores despiertan entre las cuatro y cinco de la mañana para alistar su comida y caminar varios minutos, ya que no siempre disponen de un medio de transporte o de dinero para movilizarse y estar en primera fila a la espera de una señal de parte del jefe inmediato del área de producción, empaque o los pilones, que es donde cada lunes y martes se puede presentar una vacante.
Cada mañana son cientos de personas las que caminan apresuradas a las fábricas de tabaco en Estelí. Foto: Famnuel Ubeda/Radio ABC Stereo
Anthony de Jesús Díaz Laguna, de 16 años de edad, estudiante de cuarto año de secundaria, es uno de tantos adolescentes que anhela generar sus propios ingresos, pero eso requiere sacrificio, como el de caminar a pie por una hora, esto para llegar al que será su primer empleo, pero el futuro es incierto, ya que no tiene experiencia. "He venido dos veces, quiero trabajar de bonchero. Estudio los sábados pero quiero trabajar para ayudarle a mi familia", cometa este adolescente.
Anthony estaba seguro de que conseguiría trabajo, pero las puertas no se abrieron de par en par para él, ya que son muchos los hombres y mujeres que buscan una oportunidad, por lo que tenía que esperar igual que todos bajo el sol y por una hora en el portón de una fábrica de puros para conseguir esa oportunidad.
Igual que Anthony en busca de empleo, salió José Antonio Benavides de 20 años, quien cruzó la ciudad de extremo a extremo para conseguir una oportunidad de trabajo, sin importarle cual fuera la asignación que le encomendaran, solo importándole generar ingresos para ayudar en su familia.
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Discapacidad no impidió conseguir empleo
Oneyda Liseth Pérez, una joven de 27 años de edad con discapacidad motora, originaria del municipio de Pueblo Nuevo, en el departamento de Estelí, es una de las tantas personas que ha logrado prepararse profesionalmente, estudió secretariado ejecutivo bilingüe, sin embargo, por la falta de oportunidades nunca ha ejercido su carrera.
Oneyda Pérez se trasladó desde Pueblo Nuevo hasta Estelí para conseguir un empleo en una fábrica, a pesar de ser graduada universitaria. Foto: Famnuel Ubeda/Radio ABC Stereo
Esta condición la motivó a emigrar de su tierra natal Pueblo Nuevo a la ciudad de Estelí, para buscar un empleo formal, sin embargo fue una fábrica de puros la que le abrió una oportunidad y esperanza para conseguir su primer empleo y romper con las barreras de la discapacidad.
"Terminé la universidad pero no conseguí empleo. Fui sola a la fábrica, ahí me atendió el jefe y después la encargada de Recursos Humanos, ya tengo ocho meses de laborar aquí", comentó Oneyda a Noticias ABC.
Fábricas como primera opción laboral
De acuerdo a datos del último censo de población en Nicaragua realizado en el 2004, el 67 por ciento de la población en este país es mayor de 18 y menor a los 30 años, con un nivel de escolaridad medio o técnico, condición que limita el acceso a un empleo, por las exigencias y normativas de las empresas contratantes, razón por que las empresas procesadoras de tabaco se convierten en la primera oportunidad de empleo para jóvenes, según Reyes Alfonso Castillo, economista y ex presidente de la Cámara de Comercio en Estelí.
Más de 30 mil empleos genera el tabaco en Estelí. Foto: END
De acuerdo a datos de la Cámara Nicaragüense de Tabacaleros, esta actividad económica genera aproximadamente unos 30 mil empleos, entre temporales y permanentes, logrando concentrarse la mayor parte del capital humano en el área de pre industria e industria.
A nivel local, una de las fábricas que genera mayor cantidad de empleos es Drew Estate Tobacco Company, que contrata a 1800 colaboradores, siendo la mayoría jóvenes que buscan su primer empleo, entre ellos personas con discapacidad.
Este porcentaje de trabajadores son los que producen la mayor cantidad de puro o habanos para los exportar a los principales mercados de Estados Unidos y Europa.
Colaboración de Famnuel Úbeda
