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Bandas de armados operan en barrios de Managua

Dos camionetas doble cabina, sin placas se aparcaron frente a una pulpería en El Riguero de Managua y se llevaron a Kennett Israel Romero Aburto Kennett Israel Romero Aburto, de 23 años, compraba junto con otros dos muchachos en la pulpería La Media Nocturna, cuando dos camionetas doble cabina, sin placas, con hombres encapuchados agarraron a dos y se los llevaron. Según el relato de los testigos, fue una operación montada en segundos. Eran cerca de las 2:00 p.m. cuando los encapuchados


Periodista Redacción Digital ABC
28-Mayo-2018
Managua-Nicaragua
Dos camionetas doble cabina, sin placas se aparcaron frente a una pulpería en El Riguero de Managua y se llevaron a Kennett Israel Romero Aburto

Kennett Israel Romero Aburto, de 23 años, compraba junto con otros dos muchachos en la pulpería La Media Nocturna, cuando dos camionetas doble cabina, sin placas, con hombres encapuchados agarraron a dos y se los llevaron.

Según el relato de los testigos, fue una operación montada en segundos. Eran cerca de las 2:00 p.m. cuando los encapuchados y armados se bajaron a toda velocidad frente a la pulpería situada en el barrio El Riguero, de Managua.

Uno de los jóvenes logró escapar. ?A otro lo agarraron a patadas y le gritaban ?pinche, puto, gordo?, mientras otros encapuchados decían ?matalo, matalo? y el muchacho rogaba por su vida. Finalmente lo subieron en la camioneta negra?, contó la jovencita que estaba despachando en la venta.

Kennett Romero Aburto salió corriendo, pero perdió velocidad cuando chocó con la puerta de un carro y lo atraparon los encapuchados de la camioneta gris y se lo llevaron. Ahora ambos está desaparecidos.

"Fue horrible, andaban armas color plateado y negro, el acento era extranjero?, agregó la jovencita, quien también fue amenazada. "Me dijeron: "Si les abrís la puerta, te disparo".
Una voz de una mujer gritaba "déjenlos vivos, déjenlos vivos" y los armados buscaban de dónde provenía la voz apuntando con las armas, pero no encontraron y arrancaron las camionetas a toda velocidad. Estos hechos ocurrieron la tarde del sábado 27 de mayo.

Según vecinos del lugar, el problema es que un miembro de la Juventud Sandinista del barrio toma fotos a los muchachos que han participado en las protestas y en las barricadas para evitar saqueos en supermercados y pulperías y luego pasa la información a los turberos paramilitares para que los vayan a buscar.

"Da nombres, fotos y dirección de los jóvenes e incluso amenaza y dice que él solo hace una llamada y llegan las turbas armadas", dijo otra vecina.

"Tienen tres días que no nos dejan en paz, pasan en camionetas y motos sin placas por calles y callejones persiguiendo a los chavalos. Los muchachos no pueden estar en una esquina, porque los persiguen. Gritan "los sandinistas nos quieren matar". Es una zozobra", dijo otro vecino del lugar.

Todos están alarmados por el secuestro del joven Romero, al otro muchacho no lo han logrado identificar.

Este asedio contra los jóvenes se ha desatado en los diferentes barrios capitalinos a raíz de las protestas ciudadanas contra el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por las continuas violaciones a la Constitución Política de Nicaragua y demás leyes, pero en la última semana se han intensificado.

La población, además, exige justicia para los más de 60 jóvenes asesinados durante las protestas de abril y mayo de 2018. Aunque cifras según organismos de derechos humanos, son más de 80.

María Elsa Aburto, de 59 años, es la mamá de Kennett Romero, el joven que ahora está desaparecido. La madre está muy afligida y ruega a Dios que no se lo maten, como ha ocurrido con otros muchachos, que después de ser secuestrados por fuerzas paramilitares aparecen muertos abandonados en las calles; como es el caso del cadáver de un joven aún no identificado que apareció el sábado 26 de mayo en el empalme de la Cuesta del Plomo, visiblemente torturado.

Respecto a este hallazgo macabro, los defensores de los derechos humanos Marcos Carmona y Pablo Cuevas lamentaron la situación y coincidieron en que el gobierno de Daniel Ortega continúa violentando el derecho fundamental a la vida e hicieron un llamado a que no siga.

"Definitivamente aquí exigimos como Comisión Permanente de Derechos Humanos, no solo que venga la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, sino que venga el alto comisionado de las Naciones Unidas para comprobar todos estos hechos, muertes, lesionados que hemos venido informando", manifestó Carmona, a quien le preocupa que sigan apareciendo cadáveres como ejecuciones sumarias con tintes de sicariato.

La madre de Kennett asegura que desde el mismo sábado empezó a buscar a su vástago en los diferentes distritos policiales y ayer fue a la Dirección de Auxilio Judicial Nacional conocido como El Chipote y le dijeron que no lo tenían.

"En el Distrito Uno de Policía ya puse la denuncia. Yo ya viví una guerra y sé lo que le hacían a los muchachos y no quiero que a mi hijo le pase nada ni a ningún joven", dijo la progenitora.

Romero llegó hasta tercer año de Ingeniería en Informática en la Universidad Evangélica, pero ya trabajaba reparando celulares.

El Movimiento de Barrios 19 de Abril ya había denunciado la semana pasada que miembros de la juventud sandinista y de los Consejos del Poder Ciudadano son los que se encargan de identificar a los jóvenes en los barrios para luego darles persecución con los paramilitares que ahora operan de día y de noche, mientras la Policía está ausente o bien opera con ellos.

"Condenamos los ataques y persecución de los paramilitares. Hacemos un llamado al pueblo a unirse para defender a los jóvenes de su barrio. No tenemos temor, el pueblo graba y divulga imágenes de los que participan en la agresión de nuestro pueblo, cualquier acto que ellos realizan queda al descubierto en las redes sociales", dice el comunicado del Movimiento que surgió después de las protestas de abril.

María Elsa Aburto interpondrá hoy la denuncia ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos.

La Universidad Centroamericana (UCA) informó a través de un comunicado que a las 12:45 de la madrugada del domingo 27 de mayo dos camionetas Hylux con hombres encapuchados en la tina dispararon un mortero de una libra contra los dos vigilantes que cuidaban el portón principal de la universidad, el mismo que fue atacado y destruido a pedradas el 18 de abril de 2018.

"Aunque no hirieron ni mataron a nuestros vigilantes, el intento era ese, por la carga de pólvora empleada y por lo cercano del disparo", dice el comunicado. La UCA "denuncia este cobarde ataque de fuerzas parapoliciales, que amparadas en la impunidad que les garantiza el desgobierno actual vienen para amedrentar y asesinar a ciudadanos inocentes en los barrios de la capital y otras ciudades".

La Policía Nacional en una nota de prensa lo atribuyó a delincuentes y dijo que no hace acto de presencia en los lugares por existir un acuerdo en el Diálogo Nacional de tener acuarteladas a las fuerzas policiales.

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