La declaración de tres testigos, y la ocupación de un cuchillo, presunta arma homicida, son las principales pruebas que el Ministerio Público, ofreció en contra de Freddy Enrique Dávila López, acusado por el delito de homicidio en perjuicio de Roberto Clemente Cruz Rojas, de 24 años.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 24 de diciembre en las cercanías de la escuela Oscar Arnulfo Romero, en el distrito tres de la ciudad de Estelí, cuando la víctima retornaba a su vivienda luego de compartir una mesa de tragos con varios amigos del sector.
Según la teoría de la fiscalía, el acusado presuntamente interceptó y apuñaló sin motivo alguno a la víctima, quien ensangrentado logró llegar a su vivienda pero falleció minutos después en el hospital San Juan de Dios de esta ciudad.
La representante del Ministerio Publico Belkis Rodríguez y el abogado acusador Néstor González, solicitaron a la judicial que además de remitir la causa a juicio mantuviera la prisión preventiva en contra del procesado.
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Por su parte el abogado defensor Mauricio Peralta, dejó a disposición de la judicial la admisión de los elementos de pruebas, y dijo que será en juicio en que demostraran la inocencia del procesado Freddy Enrique Dávila López.
Luego de escuchar la petición de la fiscalía y de la defensa, la juez suplente Violeta Gutiérrez, resolvió admitir las pruebas y programar el juicio para el próximo 15 de febrero.
En medio de lágrimas, la madre de la víctima Roberto Clemente Cruz Rojas, pidió que su muerte no quede impune pues describió a su hijo como una persona trabajadora y pacífica.
"Mi hijo no era malo, yo pido justicia porque le quitó la vida a mi hijo, para mí que no se conocían porque mi hijo salía muy temprano y regresaba tarde de trabajar. Independientemente que él hay andado tomado, no tenía por qué matarlo; Ese hombre era vecino nuevo de la cuadra, ahora tantos asesinatos que hay y tantas madres que estamos sufriendo por eso", relató la madre de Roberto Clemente.
