Necesitaba el Barcelona reencontrarse con su mejor versión y, en la víspera de la revancha ante el PSG, el cuadro azulgrana vapuleó al Celta, el último rival que lo había derrotado en la Liga. Poco a poco, comienza a carburar el 3-4-3 que dibuja en ataque Luis Enrique (cuando el equipo no tiene el balón se convierte en un 4-3-3). Con Messi inspirado, Neymar encendido y Busquets mandando en la medular, el Barcelona se siente el Barcelona.
De entrada, el Barça avisó de que estaba dispuesto a llevarse por delante al Celta y se plantó en el campo del cuadro de Berizzo. Apareció Suárez, que mandó un remate al poste. Y luego Messi dijo presente. Primero para marcar un golazo, después de dejar a dos hombres por el camino, luego para poner una asistencia delicada para Neymar. El 11 picó el balón, con sutileza, para superar a Sergio. En el segundo tiempo, el Barça no paró. Rakitic se reencontró con el gol, Umtiti se estrenó como artillero y Messi remató la goleada. Se luce el Barça ante el Celta y suma autoestima para soñar con la remontada ante el PSG. "Sí se puede", gritó el Camp Nou.
