En el último partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, el Barcelona viajó al País Vasco para medirse frente a la Real Sociedad. El historial adverso de diez años sin victorias en Anoeta impulsó a Luis Enrique a poner toda la artillería para lastimar al dueño de casa.
La individualidad de Neymar fue la que consiguió abrir el marcador. El brasileño encaró a la defensa hasta que la pierna fuerte de Aritz Elustondo le frenó el paso con infracción.
El propio delantero con pasado en Santos se encargó de intercambiar el penal por gol y quebrar un maleficio de una década.