Por más de 7 meses estuvo en Estelí un hombre que predicaba, imponía las manos a los creyentes que se le acercaban y le llamaban el profeta, pero es uno de los más buscados por la interpol, requerido por la justicia norteamericana porque, según un portal de noticias de ese país está condenado por agredir sexualmente a un niño de 13 años.
Gregorio Martínez de 48 años, originario de República Dominicana es prófugo de la justicia norteamericana al salir de Nueva Jersey, pocas semanas después de conocer el veredicto de culpabilidad por el delito sexual en contra de un niño de su iglesia.
El pastor Pedro Matamoros quien tiene a cargo la iglesia Evangélica Ebenezer de las Asambleas de Dios en un barrio de Estelí fue quien tuvo el contacto con pastores pentecostales de Nueva Jersey como Uriel Sánchez y Verardo Acosta quienes les anunciaron la llegada a Nicaragua del “profeta” Gregorio Martínez quien estaría a cargo de visitar las iglesias para verificar las necesidades y que la iglesia norteamericana les apoyara.
El único resultado de esta cooperación de los norteamericanos fue la obtención de los recursos para la construcción del templo El Edén ubicado en el barrio Bella Vista de Estelí, dijo Matamoros.
Sin embargo, una vez que se enteró a través del Internet de que Martínez tenía problemas con la justicia norteamericana, lo puso en conocimiento primero de los pastores norteamericanos y luego de los pastores nicaragüenses.
Uriel Sánchez le habría dicho a Matamoros que esos solo eran rumores y que no les pusiera mente.
Pero yo lo dije: “Varón venga llévese este hombre no puedo tenerlo un día más en esta iglesia”.
Según Matamoros fue evidente el miedo que tenía el autoproclamado profeta principalmente durante la celebración de su cumpleaños en noviembre de 2015.
“Le hacen una fiesta en salón cristal, ahí dice que no le gusta que le tomen fotos y comienza la sospecha, comenzamos a investigar y encuentran que tiene un problema en los Estados Unidos, vino Uriel Sánchez y se lo llevó” dijo el pastor Pedro Matamoros
El 30 de enero de este año se realizó una vez más el día de humillación que está instituido por las autoridades locales de Estelí para que la iglesia evangélica convoque en cualquiera de los estadios a sus feligreses y demás ciudadanos para que oren y se humillen ante Dios.
Este año uno de los predicadores invitados fue el “profeta” Gregorio Martínez, y a pesar que el pastor Pedro Matamoros dijo haberle advertido a los pastores organizadores del evento, de las situación legal de este hombre persistieron en ponerlo a predicar por lo que la congregación de Matamoros no participó en dicha actividad.
Entre los organizadores del evento estaban los pastores Lenín Manuel Ramírez, Ervin Matute y Gonzalo Benavides.
Matamoros afirmó que emplazó a Martínez para exigirle que se abstuviera de predicar, pero este le expresó “la plata aquí es lo que mueve”.
A excepción del pastor Gonzalo Benavides quien refirió no haber conocido la situación de Martínez, NOTICIAS ABC no logró obtener la versión de Lenín Ramírez ni de Ervin Matute a quien buscamos.
El autoproclamado profeta Gregorio Martínez llegó a Estelí en junio del 2015, predicó en el día de humillación el 30 de enero d 2016, al siguiente día estuvo predicando en la iglesia del pastor Ervin Matute quien lo llevó junto a Uriel Sánchez hasta el Aeropuerto Internacional de Managua a donde partieron con rumbo desconocido.
El pastor Pedro Matamoros dijo que no puso en conocimiento de esta situación a la policía, porque no estaba claro de qué se trataba, lo único que sabía es que el hombre no estaba preparado espiritualmente.
Consultado por NOTICIAS ABC, el comisionado mayor Alejandro Ruiz Martínez jefe de la policía del departamento de Estelí evitó dar declaraciones sobre este caso, pero fuera de grabación refirió que nadie los alertó sobre la presencia de este prófugo de la justicia norteamericana.
Pedro Matamoros dijo que tiene 30 años de estar en los caminos del señor y es muy cuidadoso de las personas que se acercan a su rebaño, pero que personajes como Gregorio Martinez, les exige adoptar mayores medidas de precaución porque la Biblia habla de lobos vestidos de oveja.
