El próximo domingo 29 de junio se celebra el Día del Maestro Nicaragüense, en honor a la gesta patriótica del docente y héroe Enmanuel Mongalo y Rubio. Esta efeméride también reconoce el arduo y valioso trabajo de cada profesor del país.
La decisión de convertirse en docente va más allá de una ocupación, es la vocación de impartir cada día el “pan de la enseñanza", con cariño, compromiso y profesionalismo.
En la Escuela Normal de Formación Superior Estelí Heroico, decenas de jóvenes se preparan para ejercer esta profesión tan necesaria. Uno de ellos es Selving Haffeth Arostegui, originario de San Juan de Río Coco, Madriz, cuya meta desde su niñez ha sido convertirse en docente.
“Desde el momento que entramos acá asumimos la responsabilidad de educarnos y prepararnos con amor a la enseñanza. Seremos un ejemplo para los niños”, declaró Selving.
Por su parte, Lahyeska Vásquez, de 16 años de edad, afirmó que esta profesión es muy importante porque marca la vida de las personas, desde que son niños hasta que son adultos jóvenes.
“Creo que es necesario que la gente estudie magisterio. Uno aprende a enseñar. Nicaragua necesita formadores”, expresó Lahyeska.
De igual manera, Alexander Vílchez, originario de Somoto, Madriz, mencionó que cuando decidió formarse como maestro sintió temor, pero luego descubrió que la vocación puede nacer o desarrollarse en la práctica diaria.
“El maestro debe ser inclusivo. En un aula de clase vamos a ver diversidad de estudiantes”, afirmó.
Para Ángeles Belén, de 17 años, originaria de Nueva Segovia, el uso de la tecnología es importante en la educación. Ella, como sus compañeros, se capacita para utilizar esta herramienta en beneficio de sus futuros alumnos.
Asimismo, Jennifer González, de 18 años de edad, originaria de La Trinidad, Estelí, se prepara para dejar un legado en sus futuros estudiantes: La confianza en sí mismos.
“Quiero que recuerden que enseñé con amor, Quiero que digan que les ayudé a creer en sí mismos”, declaró Jennifer.
En este Día del Maestro, Noticias ABC celebra a quienes dedican su vida a enseñar. Porque detrás de cada profesional, hay maestros que le educaron con el corazón y dejaron huellas imborrables.