Considerados como superhéroes por su fuerza, valentía, apoyo y ese amor incondicional que no se encuentra a la vuelta de la esquina, así son muchos padres que priorizan el bienestar y los sueños de sus hijos.
La figura paterna es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los niños, hasta que llegan a la adultez. Su acompañamiento permite a los hijos tener autocontrol y gestionar emociones intensas, así lo afirma la psicóloga Claudia Ordoñez.
“Vamos a tener a niños con autoestima formada y con una buena capacidad de tomar decisiones. El niño va a ser estable, porque él va a cubrir eso con el amor de papá y mamá”, explicó la especialista.
Para José Corrales, tener hijos es una combinación de muchas emociones, sobre todo cuando llega el momento de ser padre por primera vez.
“Para mí ha significado una esperanza grandísima y una ilusión. Es un conjunto de sentimientos, llena de regocijo especialmente cuando crecen en salud y con valores”, declaró Corrales.
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Erika Picado, experta en psicología clínica con maestría en salud pública, y coordinadora del Equipo Interdisciplinario del Juzgado de Estelí, mencionó que el rol del padre es como una columna vertebral, especialmente en la adolescencia.
“El padre al final es la columna vertebral que tiene el hijo para ser más social e independiente”, declaró Picado.
Por otro lado, la Ley No, 870, del Código de Familia de Nicaragua, establece que, la madre y el padre tienen derechos y deberes conjuntos en la crianza, educación y cuidado de sus hijos. La abogada Adriana Dávila Tercero explicó que “la presencia del padre es reconocida por la ley de forma esencial, porque debe estar desde la recreación, los alimentos, el cuido, la salud… entonces tiene que ser un padre presente”.
La figura paterna es fundamental en el crecimiento de los hijos, y para la pobladora Yorling Armas su padre es un ejemplo a seguir.
“Mi papá es un hombre que lucha por lo que quiere y me ha inculcado que si quiero algo debo trabajar para conseguirlo”, comentó Armas.
No cabe duda que un padre presente y comprometido fortalece el autoestima, fomenta habilidades emocionales y sociales. Su amor y apoyo incondicional crean un vínculo que marca positivamente la identidad y el futuro de sus hijos.