La migración del campo a la ciudad ha sido una práctica de años, debido a que muchos jóvenes buscan alternativas en las ciudades y hasta en otros países para desempeñarse laboralmente. Pero desde el 2018 la situación en el campo viene agravándose, tanto así, que ya hay personas afirmando que la producción de nuestros alimentos a través de la agricultura se encuentra en riesgo.
Don Saturnino Hudiel Fuentes, quien habita en la comunidad La Laguna ubicada en el municipio de San Nicolás, Gordiano Valdivia de Llano Redondo y Juan Rizo de La Ceiba, sub zona de Santa Cruz, Estelí, afirman que por el alto precio de los insumos, la inestabilidad de las lluvias y la falta de financiamiento muchos campesinos no podrán cultivar suficiente alimentos. Para otros esta es la última siembra.
Algunos productores han decidido ocupar las tierras para el ganado y no para cultivar. Foto: Roberto Mora/Radio ABC Stereo
"Desde hace dos años ya no cosechamos nada. Las manzanas de tierra las ocuparé para mis animales. La agricultura nos tiene muerto. Ya no hay apoyo para los agricultores, todo está carísimo", manifiestan los productores.
Los hortaliceros han reducido hasta el 70% de la producción en comparación con los años anteriores, lamentó Alí Blandón Navarrete, el mayor productor de papas de la comunidad Los Jobos de Estelí. El problema se agrava por la falta de personal que también les está perjudicando en su trabajo.
"Nos ha estado afectando el asunto de los créditos, la falta de mano de obra, la gente se ha ido y la inseguridad de no poder vender. Se ha ido la gente, nosotros antes traíamos la gente de Rancho Grande y ni ahí hay, eso es lo peor", manifestó Alí Blandón.
Migran familias completas
"Las familias se están yendo de una manera completa: esposos, hijos y todo. La economía y el trabajo están súper malos, las cosechas no se están dando. Por lo menos en San Nicolás, la gente está comprando maíz, los productores no cosecharon lo suficiente, solo para sus necesidades personales", refirió Marlene Velásquez.
Con Velásquez coincide el pastor de la iglesia Getsemaní de las Asambleas de Dios, Medardo Chavarría Espinoza, quien dijo que en San Nicolás muchos jóvenes han emigrado también por temor. "Jóvenes se han ido por miedo, la migración afecta de manera negativa por la parte productiva. Miembros de la iglesia se han ido del país", expresó el pastor Chavarría.
Muchos jóvenes deciden salir de sus comunidades y no continuar con labores de campo. Foto: Roberto Mora/Radio ABC Stereo
Una joven de San Nicolás, a quien llamaremos Scarleth, después de intentar nuevamente conseguir trabajo en Costa Rica, no lo logró. Regresó a su pueblo y una semana después salió con su niña de 9 años a buscar mejores condiciones de vida a los Estados Unidos a través de puntos ciegos, aún sabiendo los riesgos a los que se exponen.
Varios días después de que Scarleth llegó a los Estados Unidos, su mamá solo reza a Dios para que a su hija le vaya bien. "Para mí fue dura esa salida, gracias a Dios pasaron bien por esa salida. Aquí casi no hay trabajo, espero que haya hagan algo bueno".
Poco relevo generacional
En el área rural muchas familias están viviendo de las remesas y poco a poco los productores están dejando de trabajar la tierra, porque hay poco relevo generacional, lo que podría poner en riesgo el futuro de la producción de alimentos en algunas zona del norte.
Los campesinos producen en Nicaragua los frijoles, el maíz, las hortalizas, el café y una parte del arroz que consumimos, pero esos alimentos básicos podrían estar en riesgo por falta de manos que trabajen la tierra.
"Nosotros vivimos en la tierra, seguimos en la tierra y nos acostumbramos a la finca, pero ya las nuevas generaciones no quieren vivir de la tierra, del sacrificio que nosotros les contamos a nuestros hijos, de los riesgos que a veces se traducen en endeudamiento", manifestó el productor y directivo de Federación de Asociaciones de Ganaderos de Nicaragua Salvador Castillo, quien agregó que son muchos los problemas que enfrentan los productores, quienes trabajan fuertemente la tierra y el resultado es muy poco por lo que sus hijos no ven en el campo una opción de progreso.
La preocupación sobre el relevo generacional es latente. Foto: Roberto Mora/Radio ABC Stereo
"Si en tres o cuatro meses, nosotros recibimos ingresos de 30 mil córdobas, estamos hablando que el productor está teniendo un ingreso mensual de 10 mil córdobas, lo que es insuficiente para mantener sus fincas y sus familias, eso no es motivación para nadie y creemos que por eso no habrá relevo generacional de que mañana tengamos a nuestro hijos trabajando la tierra", refirió Salvador Castillo.
Sin fuerza laboral
"La juventud está emigrando a la ciudad y fuera del país, y nosotros nos estamos quedando en la ciudad sin fuerza laboral. La mayoría de la gente que está produciendo actualmente son los más adultos, los jóvenes se van a la escuela y no regresan a la finca, entonces sí hay una preocupación grande sobre quien nos dará de comer en los próximos años", expresó Juan Ramón Bravo, presidente de la Central de Cooperativas del Campo.
Esta central aglutina a los productores de ajonjolí ubicada en Quezalguaque, del departamento de León. Bravo sostuvo que están haciendo algunos encuentros para involucrar a los jóvenes y motivarlos para que asuman el liderazgo de las cooperativas y el relevo. Jóvenes como Alba Rosa Paz, quien a pesar de que tiene como meta estudiar carreras diferentes al agro, considera que podría relevar a sus padres productores de Achuapa, León, porque le gusta el campo.
"La costumbre en el campo es que el papá le enseñe a sus hijos. Yo estoy en secundaria, pienso estudiar entre administración y derecho, son muchas las carreras que me gustan, pero me encanta el campo", indicó Alba Rosa.
Preocupación en común
El padre Francisco Valdivia atiende a más de 20 comunidades de Santa Cruz, San Nicolás y La Trinidad y es director de Cáritas Diocesana Estelí, que atiende productores de los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia confirma que el clamor es el mismo en todas partes con raras excepciones.
"Frente a este problema en el campo, del agro, de una agricultura en deterioro, muchos campesinos están abandonando la huerta y la siembra para venirse a la ciudad. Nos encontramos con personas mayores cuyos hijos ya no quieren saber nada de la forma del trabajo de sus padres. Hay que ver que la seguridad alimentaria de la ciudad nace del campo", explicó el sacerdote.
Las condiciones del mercado han empeorado por el bajo consumo, posiblemente por la migración de los ciudadanos y el desempleo galopante.
En el área rural muchas familias están viviendo de las remesas y poco a poco los productores están dejando de trabajar la tierra. Foto: Roberto Mora/Radio ABC Stereo
Algunas organizaciones que trabajan con el Comercio Justo en el rubro del café, tienen esperanza de que un día pueda ampliarse a otros cultivos con el fin de que los productores nacionales puedan tener mejor precio, pero actualmente están trabajando en la educación de los jóvenes en miras de que puedan quedarse en sus comunidades, dijo Merling Preza, representante de la organización de Comercio Justo en nuestro país.
"Pueden estudiar las carreras que más les gusta y que retribuya a la comunidad porque uno no debe dejar sus orígenes. Si trabaja como médico, y tiene la oportunidad de llevar mejoras de salud, las vas a llevar. Tenemos médicos, maestros, que de alguna manera nos colaboran", expresó Preza.
Con colaboración de Jusbeth Moreno