“A mis niñas las mando sucias a la escuela, cuando no tengo agua para bañarlas y en ocasiones sin desayunar, porque sin agua no podemos hacer ni un trago de café”.
Eso es lo que le ha tocado vivir a Doña Daysi María Arce Matute, quien es una de las 85 personas que habitan en la comunidad de Macuelizo, ubicada a unos 2 kilómetros del Club campestre de Estelí, donde se carece de agua, electricidad, letrinas y escuela.
Los habitantes para calmar su sed, prácticamente tienen que sacar agua de una represa que hay en una finca vecina, donde consume agua el ganando, y la orina y heces de los animales se revuelven en toda la fuente.
Las mujeres de esta zona afirman que en los últimos años, hacer las tareas del hogar se ha convertido en un calvario, desde que la sequía se ha intensificado.
Doña Yessenia Blandón, afirma que para poder asearse tienen que recorrer grandes distancias, mientras que las tareas del hogar se hacen con la mínima cantidad de agua.
Al hacer racionamiento del agua, no se garantiza buena higiene en los alimentos y esa es la causa de frecuentes diarreas en todos los habitantes que hacen sus necesidades fisiológicas al aire libre.
Para Yessenia es vital que las autoridades de la comuna y el gobierno les atiendan sus demandas.
La sequía se ha intensificado en los últimos años, para doña Carmela Arce, a sus 85 años, tiene que hacer prácticamente un milagro con las dos pichingas de agua que les consiguen sus vecinos.
“Con dos pichingas yo cocino, me aseo y tomo” dijo la anciana, quien ruega a Dios para que su situación mejore.
En la comunidad de Macuelizo, Estelí, hay alrededor de 20 viviendas que a poca distancia las rodean las extensas plantaciones de tabaco, y los pobladores tienen la certeza que no será difícil encontrar agua en caso que el gobierno u otros organismos, les ayuden con la excavación de un pozo.
La situación de los habitantes de Macuelizo en Estelí, es de conocimiento de las autoridades locales, pues a través de una carta han expuesto su situación, e incluso hubo compromiso de abastecerlos con cisternas, pero las palabras se las ha llevado el viento.
Don Rafael Arce Matute, ha estado al frente de dichas gestiones y expresa que muchos niños han desertado de la escuela, porque les da pena asistir a sus clases sin bañarse.
Arce, explicó que la vida de los pobladores de Macuelizo es agobiante, al carecer de necesidades primordiales como el agua y las letrinas.
