Durante las fiestas patrias, las costureras se convierten en pieza clave para mantener viva la tradición, confeccionando trajes típicos y uniformes escolares que dan color y orgullo a las celebraciones. Su labor, muchas veces silenciosa, es fundamental para vestir el fervor patrio.
Olga Castillo, de la ciudad de Estelí, lleva aproximadamente 30 años siendo sastre. Para ella este oficio es muy importante, sobre todo en el mes de septiembre porque los padres de familia mandan a elaborar uniformes escolares y trajes de bandas rítmicas, lo que significa una mayor fuente de ingresos.
“Uno se ayuda económicamente y ayudamos a otras familias, porque les damos a otras mamás trabajo”, expresó Olga Castillo.
Por su parte, Martha Talavera expresó: “Me gusta este trabajo y cuando elaboro trajes típicos o uniformes escolares me gusta que el cliente quede satisfecho”, agregó que en septiembre hay más ganancias.
“Me gusta trabajar en esto porque es algo de nuestro pueblo, de nuestra Nicaragua”, añadió.
Petronila González destacó que este oficio es complejo y a veces le toca trabajar en horas de la noche para poder terminar los pedidos de trajes de bandas rítmicas y folclóricos.
Existe una gran diferencia entre elaborar un traje típico, uno de banda rítmica y un uniforme escolar, narra Elisabeth Blandón mientras mantiene la mirada pendiente de las telas que confecciona.