Durante los últimos dos meses, los habitantes de la comunidad Santa María de Panalí, ubicada en el municipio de Quilalí, Nueva Segovia, se han enfrentado a falta de agua potable.
Esta situación no solo ha generado inconvenientes en las actividades diarias, domésticas y la higiene personal, sino que también ha representado una carga económica para los pobladores, quienes se ven obligados a incurrir en gastos extras para adquirir agua apta para el consumo humano.
José Dávila, poblador de la comunidad, explicó que la falta de agua está directamente vinculada al mal estado del sistema de bombeo del pozo que suministra agua aproximadamente a mil hogares la localidad, que cuenta con una población de alrededor de tres mil habitantes.
Dávila lamentó que para satisfacer esta necesidad básica, muchos ciudadanos se vean obligados a pagar entre 200 y 300 córdobas por cada barril de agua, una carga financiera significativa para muchas familias.
Finalmente, agregó que tienen esperanzas de que el comité de agua local pueda abordar rápidamente esta problemática y encontrar soluciones.
