Durante el periodo de verano en el departamento de Estelí se ha observado un incremento de las quemas en áreas rurales, motivadas por la necesidad de deshacerse de la maleza en los potreros, pero éstas son malas prácticas que acarrean muchas consecuencias negativas.
Realizar quemas perjudica el medio ambiente y la fertilidad del suelo, especialmente en las comunidades del corredor seco, donde se concentran extensiones de bosque y especies de animales en vías de extinción.
Pablo Mairena Herradora, experto en agricultura sostenible y cambio climático, dijo que es necesario promover una cultura de conservación no solo entre las familias rurales, sino también en los habitantes de las ciudades.
Herradora destaca la importancia de crear conciencia sobre el impacto negativo que estas prácticas pueden tener, especialmente en días donde la velocidad del viento ha aumentado y puede acelerar la propagación de las llamas.
El fuego y el viento son una combinación peligrosa, ya que no solo afecta a la tierra, el pasto y los bosques, sino que también pone en riesgo la vida de especies animales.
El experto hace un llamado a la responsabilidad y a la adopción de prácticas más sostenibles para preservar el equilibrio ambiental en la región.