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Ramón Rivera Chavarría: Un maestro jubilado que no abandona su pasión por la enseñanza

El profesor Ramón Rivera Chavarría es un apasionado maestro de 64 años de edad, quien se jubiló luego de 44 años dedicados al arte y profesión de la enseñanza. Sin embargo, su amor a la docencia lo llevó a ingeniárselas para seguir trabajando en un colegio privado.

El maestro Ramón ama la buena ortografía, la caligrafía, el dibujo, la pintura, la poesía y la oratoria. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
El maestro Ramón ama la buena ortografía, la caligrafía, el dibujo, la pintura, la poesía y la oratoria. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
29-Junio-2023
Estelí-Nicaragua

Ramón Rivera Chavarría, un apasionado maestro de 64 años de edad, de la ciudad de Estelí, ha marcado el comienzo de una nueva etapa en su vida: la jubilación. 

Después de pasar 44 años en el aula, Ramón tuvo que colgar su maletín, olvidarse de los cuadernos, el marcador y el borrador. Pero no fue por mucho tiempo, pues su alma de docente fue más fuerte y se las ingenió para seguir enseñando en un colegio privado, a pesar de estar jubilado.

Con todas las letras, Ramón es un maestro ejemplar que ama la buena ortografía, la caligrafía, el dibujo, la pintura, la poesía y la oratoria. Recursos que han sido fundamentales para hacer de sus clases experiencias creativas e inolvidables.

A pesar de su jubilación, este maestro aún se niega a retirarse de las aulas, pues cree firmemente en la necesidad continua de aprendizaje entre la niñez y la juventud, por lo que cada día despierta temprano para seguir impartiendo clases.

Cada 29 de junio se celebra el Día del Maestro, ¡Felicitaciones maestros y maestras nicaragüenses!. Foto: Cortesía/Radio ABC Stereo

Inicialmente, el profesor Ramón tenía el sueño de convertirse en ingeniero agrónomo, pero sus padres no podían cubrir los costos universitarios, por lo que siguiendo el consejo de un amigo, decidió ingresar a la Escuela Normal de Estelí para estudiar magisterio. Con grandes esfuerzos logró graduarse y 44 años después no se arrepiente de haber tomado esa elección.

El profesor Ramón comenzó su carrera como maestro a los 20 años de edad, inició dando clases en escuelas rurales y posteriormente en la ciudad. Movido por un deseo constante de aprender y convertirse en un excelente profesional, decidió estudiar ciencias de la educación. 

Estos méritos le permitieron dar clases de educación secundaria y le han llevado a ser reconocido en la mayoría de centros educativos de esta ciudad norteña, ya que su   capacidad para combinar el arte, la literatura, la ciencia y las matemáticas lo distinguen como un maestro excepcional.

A lo largo de su carrera, este docente ha sido testigo de los procesos de evolución en la educación de Nicaragua. Aunque no era licenciado en inglés, su conocimiento y preparación técnica le permitieron hablar y escribir en este idioma. Fue uno de los primeros maestros en enseñar esta materia cuando el Ministerio de Educación decidió incluirla en el currículo escolar.

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Durante la pandemia, el profesor Ramón tuvo que combinar la tecnología con los métodos convencionales para enseñar a sus estudiantes. Según él, el límite de aprendizaje lo pone el individuo y no el maestro, por lo que utiliza la creatividad para motivar a sus alumnos.

Para el profesor Ramón, ser maestro va más allá de tener un título y estar en un salón de clases con un grupo de estudiantes. Lo que realmente importa para él es la verdadera vocación, la innovación y la capacidad de adaptación para facilitar el aprendizaje de los alumnos. 

Sin embargo, él lamenta que muchos estudiantes de las nuevas generaciones no muestren interés por la lectura, la escritura, la asistencia a la escuela, y se hayan vuelto dependientes de la tecnología, lo que él considera una forma de pereza mental.

A pesar de los desafíos y los cambios en la educación, la pasión de Ramón por enseñar sigue ardiendo en su interior. A través de su dedicación y amor este maestro jubilado continúa dejando una huella imborrable en la vida de sus estudiantes, inspirándolos a ser curiosos, creativos y apasionados por el aprendizaje.


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