Perla Karina Martínez Benavides es una joven nicaragüense, originaria de la comunidad Paso Hondo del municipio de Pueblo Nuevo, en el departamento de Estelí.
Nació en el seno de una familia humilde dedicada a la agricultura, sin embargo, Perla siempre tuvo claro su deseo de convertirse en una profesional, no importándole cual fuera el precio que debía pagar para conquistar su sueño.
"Vivía en el campo, desde pequeña empecé a trabajar, a sembrar tabaco, tomate y productos de la tierra, con eso ayudaba a mis padres en la compra de los cuadernos o cosas que necesitaba para mí", cuenta Perla.
Desde niña, Perla afanaba con ser diseñadora de modas, pero al llegar a la secundaria sus planes cambiaron, pues se enamoró de la asignatura de inglés y a partir de ahí decidió que al bachillerarse estudiaría una licenciatura en ese idioma.
Desde pequeña le gustaba estudiar y confiaba que la educación cambiaría su vida. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo "Quería ser modista, quería una máquina y trabajar en eso", recuerda la joven, quien agrega que "cuando entré a secundaria y recibí por primera vez la clase de inglés me fascinó y encantó, así decidí que me quería convertir en una persona bilingüe".
Siendo una adolescente de 17 años de edad, sus ganas de superación personal e intelectual la llevaron a emigrar a la ciudad de Estelí y en busca de sus sueños comenzó a trabajar de lunes a viernes como asistente del hogar, mientras que los fines de semana asistía a la universidad.
"Vine a trabajar como empleada doméstica, fue un gran cambio, estaba sola, no tenía familia aquí en la ciudad pero siempre mis padres me enseñaron el amor al trabajo y a trabajar fuerte para lograr lo que uno quiere", compartió.
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Perla se inscribió en la UNAN FAREM – Estelí y de manera simultánea por las noches llevaba algunos cursos de inglés, lo que permitió rápidamente ser profesora bilingüe en una academia en esa ciudad norteña, lo que con el paso del tiempo le abrió nuevas oportunidades.
"Cuando estaba en tercer año de la universidad una maestra necesitaba que le hiciera un interinato, así que trabajaba todos los días como empleada doméstica y los domingos me iba a dar clase al Instituto Nacional y así comencé a adquirir experiencia, después entré a una academia de inglés y luego entré como maestra a una universidad", relata esta decidida mujer.
Perla ganó lo que pesó para quedarse como maestra y aunque eso la obliga a prepararse pedagógicamente para ser más competitiva ahora le sonríe a la vida desde las aulas de clases, pues según ella, desde pequeña aprendió a tomar con sed de conocimiento cada oportunidad de la vida.
Dentro de las aulas de clases, esta joven maestra ve materializado su sueño. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoEsta joven asegura que su deseo siempre fue lograr una profesión, seguir estudiando e ir más allá de lo que se dice en el campo, quitar el estigma de que las mujeres deben casarse temprano y tener hijos desde jóvenes.
"Estoy muy orgullosa de mi trabajo, de cómo se ha desarrollado mi carrera y tener mi casa", sostiene Perla, quien agrega que "las mujeres somos fuertes y podemos lograr grandes cosas, la educación te da el empuje para progresar, ser una persona independiente y servir a la sociedad".
Para ella ser feliz no es tener riquezas materiales, sino oportunidades en la vida que ayudan alcanzar la superación personal, por lo que el empoderamiento y la educación son base fundamental para alcanzar el éxito.
